"Sombras de Gotham: El Legado de los Wayne

Capítulo 8: El Nuevo Profesor

De regreso en Gotham, Ethan Wayne se encontró con una sorpresa inesperada al comenzar el nuevo año escolar. Los estudiantes estaban alborotados por la llegada de un nuevo profesor de educación física, Samuel Blake. Aunque inicialmente parecía un cambio común, pronto se reveló que este nuevo profesor tenía un impacto mucho mayor de lo que Ethan podría haber imaginado.

Samuel Blake, cuya verdadera identidad era Slade Wilson, había adoptado una nueva personalidad para proteger a Ethan y acercarse a él sin revelar su verdadero propósito. Después de la trágica muerte de la hermana de Bruce Wayne, Slade decidió que lo mejor para su hijo era mantenerlo bajo una vigilancia constante. Utilizando su vasta experiencia en operaciones encubiertas y falsificación de documentos, se convirtió en un respetado profesor de educación física y deportiva.

Blake se presentó como un hombre de mediana edad, con una presencia imponente y un aire de autoridad. Su apariencia y comportamiento proyectaban confianza y profesionalismo. Desde el primer día, Blake mostró un interés particular en Ethan. Observaba a Ethan durante las clases, evaluando cada movimiento y cada respuesta con una intensidad palpable. Aunque se esforzaba por ser un instructor estricto y motivador, su preocupación parecía más personal.

Durante las primeras semanas, Blake se involucró activamente en el entrenamiento de Ethan, alentándolo a superar sus propios límites. La forma en que enseñaba, con una combinación de rigor y perspicacia, resonaba profundamente con el joven Wayne. Sin embargo, Blake mantenía su identidad en secreto, ocultando la conexión real que tenía con Ethan.

No todos estaban contentos con la llegada del nuevo profesor. Damian Wayne, siempre crítico y desconfiado de cualquier cambio en su entorno, no tardó en detectar algo sospechoso en Samuel Blake. Desde el principio, Damian mostró una actitud despectiva hacia el nuevo profesor, cuestionando su autoridad y sus intenciones.

"¿Quién se cree este tipo para venir a dar lecciones en nuestra escuela?" murmuró Damián a Ethan durante una de las sesiones de entrenamiento. "No me gusta su actitud. Algo no encaja."

Damián decidió que la mejor manera de lidiar con la situación era mantener a Blake bajo una estricta vigilancia. Utilizando sus habilidades en el sigilo y la observación, comenzó a seguir al nuevo profesor fuera de la escuela, tratando de descubrir cualquier pista sobre sus verdaderas intenciones.

Blake, al estar consciente de la vigilancia, respondía con una calma imperturbable a las acciones de Damián, sin revelar su conocimiento sobre el escrutinio que estaba sufriendo. A pesar de las sospechas de Damian, Blake se mantenía enfocado en su objetivo principal: proteger a Ethan y cumplir su misión sin levantar más sospechas de las necesarias.

A medida que avanzaban las semanas, la tensión entre Damian y Blake aumentaba. Ethan, mientras tanto, continuaba enfrentando sus propios desafíos bajo la tutela de Blake. Aunque el joven no conocía la verdadera identidad de su nuevo profesor, el impacto que este tenía en su vida era innegable.

Una tarde, en la mansión Wayne, la tensión acumulada entre Damian y Ethan estalló. "¿No te das cuenta de que algo no está bien con ese tipo?" acusó Damian, sus ojos llameando de indignación. "No puedo creer que seas tan ingenuo."

"¡Ya basta, Damián! No puedes juzgar a todos sin pruebas," replicó Ethan, su voz firme. "Él solo está tratando de ayudarme."

La discusión rápidamente escaló a una pelea física. Los dos jóvenes intercambiaron golpes, cada uno determinado a demostrar su punto de vista. En medio del conflicto, Dick Grayson intervino, separándolos con un firme: "¡Basta! Esto no nos llevará a ningún lado.