NUESTRO SECRETO

CAPÍTULO I

Dos años habían pasado desde aquella noche que cambió la vida de Tomás para siempre. La calma de su vida cotidiana había sido reemplazada por una sombra persistente, una culpa que lo había atormentado desde el momento en que la tragedia se desató. El tiempo había hecho poco para aliviar el peso que cargaba.

Tomás se encontraba encerrado en el baño de su casa, un lugar que había llegado a conocer muy bien en los dos últimos años. Las baldosas frías y la luz tenue del espejo parecían ofrecer un pequeño refugio del tormento interno que lo consumía. Se sentó en el borde de la bañera, con unas hojas de papel en blanco y una pluma en sus manos temblorosas.

"A quien pueda interesar,"

"Siempre he sido alguien que valoraba la tranquilidad. En mi pequeño pueblo, la rutina era mi refugio. Las caminatas al colegio, las tardes en la biblioteca y las reuniones con amigos formaban el tejido de mi vida cotidiana. Crecí en una casa sencilla, pero llena de amor y seguridad. Cada rincón del pueblo, cada rostro, era familiar y constante. No solía esperar grandes sorpresas; mi vida seguía un curso predecible y seguro."

"Mi vida cambió cuando me uní al grupo de amigos de Diego, donde su prima también era perteneciente al grupo. Conocí a Diego y Laura cuando inicie la secundaria, y su casa siempre había sido un lugar de reunión. Era común que organizaran fiestas para celebrar cualquier ocasión, desde cumpleaños hasta simplemente el deseo de pasar un buen rato juntos. Era una vida normal, un ciclo de días que se sucedían sin muchas complicaciones."

"Recuerdo claramente la noche de la fiesta en la casa de Diego y Laura. La casa estaba decorada con luces de colores, y la música llenaba el aire con una vibración alegre. Todos estábamos en un estado de euforia, intensificado por las drogas que habíamos tomado. Me encontraba en un rincón de la sala, observando el caos alegre que se había desatado. Laura, como siempre, se aseguraba de que todos estuvieran bien, aunque el ambiente se tornara cada vez más caótico."

"Con el paso de la noche, la situación se descontroló. Estábamos completamente drogados, y la música retumbaba en las paredes mientras las risas se mezclaban con gritos y conversaciones sin sentido. En un momento, cerré los ojos, pensando que todo seguiría su curso. Cuando los abrí de nuevo, me encontré en una habitación que no reconocía. En la penumbra, vi dos cuerpos yaciendo en una cama, inmóviles. El pánico se apoderó de mí mientras trataba de entender lo que estaba sucediendo."

"Fue en ese momento cuando me di cuenta de que no estaba solo. A mi alrededor, los rostros de mis amigos, estaban tan horrorizados y confundidos como yo. No sabíamos qué hacer; estábamos atrapados en un estado de shock colectivo. El terror nos invadió al darnos cuenta de que Laura y Diego, dos vidas que se habían apagado de manera tan repentina, estaban allí, ante nosotros."

"Y lo que ocurrió, fue la decisión más horrible de nuestras vidas. Nos convertimos en algo que jamás habríamos imaginado. Cada pedazo de esos cuerpos se llevó una parte de nuestra humanidad, de nuestras almas. Desde entonces, no ha pasado un solo día en el que no me haya sentido consumido por la culpa y el miedo. Cada noche, los recuerdos de esa macabra tarea vuelven a mí en mis sueños, transformándolos en pesadillas interminables."

"Aunque yo no fui quien los asesinó, intenté averiguar que fue lo que ocurrió antes de la fatídica desición que tomé, y escribo estas cartas para hablar de lo que conseguí descubrir y porque no puedo seguir viviendo con este secreto. No puedo enfrentar a la gente de nuestro pueblo, ni a nuestras familias, sabiendo lo que hicimos. Necesito que alguien sepa la verdad, aunque eso signifique que todos nosotros paguemos por lo que hicimos."

"Diego y Laura merecen justicia, y aunque no puedo cambiar el pasado, puedo asegurarme de que la verdad salga a la luz. Lo siento, lo siento de verdad. Espero que algún día puedan entender por qué hicimos lo que hicimos, aunque yo mismo no puedo perdonarme."