.16. ¿Cita? .16.

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- ¿A dónde vamos? - inquirió Max pensativo, ya habían recorrido alrededor de 30 minutos en carretera y Checo aún lo le había dado ni una pista hacia dónde se dirigían.

El nerviosismo de estar a solas afloró en ambos, tanto que ninguno pudo sostener una conversación. Eso y bueno, Christian les había llamado, ellos simplemente se limitaron a informarle que se habían tomado el resto del día libre, y que no los esperaran. Horner no paró de maldecir hasta que dio por terminada la llamada, estaba furioso con ellos, iracundo hasta los dedos de los pies, y eso que solo era una llamada. No quisieran ser aquella persona con quien Christian se desquitara después de aquellas malas noticias.

- Cuando lleguemos verás - Checo pronunció, mientras se giraba levemente para ver a Max, y sus miradas se cruzaron electrificando el aire.

Max suspiró y se limitó a mirar el paisaje por la ventana.

Después de unos instantes, Checo por fin aparcó.

Max no se podía creer lo que estaba viendo, unas estructuras enormes de metal recorrían los cielos, para luego descender en una caída pronunciada. Sergio lo había llevado a un parque de diversiones.

Max se pasó una mano por el cabello, nervioso hasta la punta, y Checo al notar su nerviosismo posó una de sus manos sobre el hombro de Max, le dedicó una sonrisa de oreja a oreja y le susurró "no tendrás miedo ¿verdad?"

Max le lanzó una mirada asesina, nadie sabía aquel secreto, ni siquiera su familia sabía que a Max le aterraban las alturas. Nunca había tenido la necesidad de compartir aquella información.

Maldijo por lo bajo.

Tendría que afrontar su miedo, eso sin duda, puesto que no iba a darle a Checo aquella satisfacción y mucho menos iba a demostrar su debilidad ante el que fue su peor enemigo.

Max negó con la cabeza.

- ¿Sueles venir mucho?- Preguntó Max intentando amenizar el momento, ambos habían estado muy callados y simplemente eso no iba a funcionar si es que se querían conocer mejor.

- No. He asistido a otros parques de diversiones, pero a este no. Será nuestro lugar especial. - le dedicó una sonrisa coqueta a Max, mientras le dedicaba un guiño.

La carcajada de Max resonó al rededor, insonorizando los gritos de las demás personas.

- Es una cita entonces - dijo Max arqueando una ceja, su sonrisa delataba su diversión. Checo se había sonrojado al escuchar aquellas palabras.

- Quisieras Emilian - respondió seguido de una carcajada.

Y así sin más, toda la tensión y nerviosismo entre ellos desapareció. O al menos momentáneamente.

Checo se encaminó a la montaña rusa más grande del parque, aquella con la caída libre, y Max no pudo evitarlo, se plantó en la entrada de brazos cruzados.

Él no podía hacerlo.

Se había alentado desde su llegada, pero el miedo le superaba.

- Vamos Max! Porfavooor! Vamos vamos! Las montañas rusas me encantan! - le rogó Checo con los ojos llenos de anhelo, y Max suspiró tragándose todo su miedo y temor, lo iba a intentar.

Acepto a regañadientes, pero justo cuando el cinturón de seguridad se cerró sobre su regazo, se le volcó el corazón.

El miedo lo invadió violentamente, y justo cuando iba a gritar "BÁJENME PORFAVOR"
un tirón proveniente del vagón indicaba el inicio de la atracción.

Sin aliento se dirigió a Checo en busca de ayuda, pero este ya tenía las manos hacia arriba en forma de diversión, según el para "sentir más la adrenalina"

- Checo - dijo Max desesperado, sus palabras salieron de su boca más entrecortadas de lo que él hubiera querido.

Sergio se sorprendió por el tono y con una cara de preocupación, bajo los brazos y se limitó a examinar su compañero.

- No puedo - gritó Max, y en la desesperación intentó quitarse el cinturón de seguridad.

- Max, es completamente seguro...- comenzó Checo.

Pero sus palabras fueron interrumpidas por la brusca bajada que atrajo sus cuerpos hacia atrás, y sin pensarlo dos veces, inundado por la preocupación hacia su compañero, Checo alargó la mano y buscó el tacto de Max.

Con el movimiento a Checo le resultó difícil, pero después de un intento más, pudo alcanzar la mano de Max, y entrelazó sus dedos.

Una descarga eléctrica le cruzó por todo el cuerpo. Y un destello de cariño se acuno en su corazón.

PD: CABRÓN // CHESTAPPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora