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El tiempo para todos había pasado bastante rápido, ya había regresado a clases después de las vacaciones de invierno y ya era un nuevo año.

El fin de el mes de enero se acercaba y con el se acercaba el mes del amor, osea febrero, mes en el que todos mágicamente conseguían pareja y en el que los moteles ganaban miles y miles de dólares.

Un día normal en la escuela de los chicos, Tom, Gustav y Georg comían tranquilamente en la cafetería y trataban de adivinar la razón por la que Bill había faltado a la escuela.

- Bill es un tanto torpe, tal vez olvido poner su alarma - Supuso Gustav y Tom solo se encogió de hombros

- O tal vez volvió a tomar leche que no era deslactosada - Carcajeó Georg recordando aquella vez del año pasado cuando Bill había tomado por accidente un café sin leche deslactosada y se había encerrado en el baño por más de una hora y después le contó a su amigo que le ardía en estómago

El horario de clases transcurrió normal y pronto llegó la hora de salida, y Tom dispuesto a no quedarse con la duda de que le pasaba a Bill, decidió que iría a su casa y de paso llevó algo de comida.

Llegó a la casa de Bill y tocó la puerta, supo que a estas horas la madre del pelinegro se encontraba trabajando así que el antes nombrado tenía que abrirle si o si. Tras unos segundos después de tocar el timbre, escuchó unos pasos que se arrastraban del otro lado de la puerta y cuando la puerta se abrió pudo encontrar a un Bill despeinado, sin maquillaje y en pijama. Este tenía los ojos cansamos y se rascó la nariz mientras bostezaba.

- Tom? Que haces aquí? -

- Quería saber por qué no fuiste a la escuela y de paso traje comida para los dos - Sonrió alzando la Bolsa de comida rápida

Ambos entraron y Tom dejó la bolsa sobre la mesa para después acompañar a Bill a su habitación, cuando entró pudo verlo recostado sobre las sabanas y cubriéndose con una manta calentita hecho bolita.

- Y entonces? - Rompió el silencio Tom sentándose en la silla del escritorio al lado de la cama de Bill

- No me siento muy bien, tengo congestión nasal, me duele la garganta y tengo fiebre, mamá me preparó un té por la mañana y hace unas horas me tomé una pastilla - Absorbió la mucosa en su nariz

Tom se acercó a el y se acostó a su lado y lo abrazó con cariño transmitiendole su calor.

Así pasaron la tarde mientras hablaban pero en ningún momento se soltaron, incluso Tom se tapó también con la manta.

- Tom, tu no le has dicho nada a tus padres sobre nosotros? - Preguntó de la nada Bill sacando el tema

- No - Frunció sus labios en una línea y suspiró - Bill, enserio me gustaría, pero mi familia no es como la tuya, mi familia está llena de homofobicos, con solo decirte que mi padre una vez me golpeo hasta el cansancio mientras me replicaba "¡No quiero un hijo maricón!" solo por que tenía ganas de orinar, el baño estaba ocupado y cruze las piernas para no hacerme - En sus ojos se presentó la tristeza mientras recordaba aquello y Bill se quedo en silencio por unos segundos

- Lo siento Tom, no quería que te sintieras mal ni que recordaras ese momento tan traumático - Se acercó más a el y lo abrazó bajo la manta

Tom solo asintió y lo abrazó contra su cuerpo y Bill sintiendo el olor de su ropa a detergente.

Unas lágrimas traicioneras se escaparon de sus ojos y corrieron por sus mejillas pero no la secó, solo dejó que estas salieran.

(...)

A la mañana siguiente en la escuela, el lugar de Bill continuó vacío y Tom almenos estaba más relajado sabiendo la causa por la que Bill faltaba.

El horario de clases había terminado y Tom estaba de camino a su casa, llegó y se estacionó afuera.

Entró y se encontró con su padre descansando en el sofá quien de inmediato comenzó con sus comentarios incómodos.

- Tom, mira lo que te compré - Se acercó a el y le entregó una pequeña caja envuelta con un papel negro y un moño rojo

- Por que un regalo? -

- Solo tómalo - Le dió un empujón con su hombro - Y no se lo digas a tu madre - Tom asintió no muy convencido y subió a su habitación con el obsequio en sus manos

Al llegar a su habitación se sentó en la silla de su escritorio y puso la caja sobre este, comenzó a abrirla. Cuando la abrió y pudo ver lo que contenía suspiró con frustración. En el interior de la caja había una revista con chicas en lencería y otras fotos de esas mismas chicas pero sin nada, había un lubricante, una caja de condones y unas esposas. Y sobre todo esto había una nota.

"Por si lo nesecitas en algún momento campeón, úsalo a tu gusto
Arte:Papá "

Se dejó caer hacia atrás en la silla y llevo sus manos a su rostro en señal de frustración ¿cuando dejaría su padre de insistir en saber sobre su vida sexual?

Tomó con furia la Caja y la metió en el último cajón de su escritorio, ese cajón en donde estaban todas las cosas que su padre le daba.

Pronto escuchó como su padre salía de casa quedándose el de trenzas totalmente solo en su casa, se acerco a la esquina de su habitación y tomó la guitarra eléctrica que estab colgada en la pared, conectó su amplificador y se sentó sobre su cama comenzando a tocar algunos covers de sus canciones favoritas.

Dejó su guitarra de lado y cayó rendido en su cama intentando descansar un poco, se puso sus audífonos y los conecto a su celular mientras escuchaba música y miraba el techo de su habitación.

Escuchó por lo bajo que su madre entraba a casa y que subía por las escaleras, pero al saber que probablemente entraría en su habitación, se quitó los audífonos y se hizo el dormido. Pero al parecer había escuchado mal ya que su madre no había llegado y el al estar fingiendo estar dormido, sintió sueño realmente y se quedó dormido.

No fue hasta una hora y media después que su madre llegó a casa y de inmediato subió al piso de arriba para ir a dormir debido a que era bastante tarde pero no quiso irse a dormir sin antes verificar que Tom estuviera ya en su cama, se acercó a la puerta y la abrió, su madre entró en su habitación y lo vió dormido, se acercó a el y quitó con cuidado sus tenis y lo cubrió con una manta, se acercó a el y delicadamente dejó un beso de buenas noches en su frente, el de trenzas se removió ante el tacto y su madre solo sonrió para después caminar en dirección a la puerta y salir por esta no sin antes apagar la luz.

𝗠𝗘𝗧𝗔𝗡𝗢𝗜𝗔; Tom & Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora