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Después de aquel día anteriormente narrado nada relevante pasó, Tom y Bill aun no habían formalizado nada y tampoco se habían vuelto a besar ni volvieron a tener algún tipo de contacto físico.

Las vacaciones de invierno se acercaban y con ello también una gran fiesta la cual se había esta planeando durante semanas.

Tom estaba bastante involucrado en ella ya que algunos de su otros amigo habían organizado dicha fiesta, el sería el encargado de comprar las cervezas y en si el alcohol para toda la fiesta.

Así que estaba en el supermercado  comprando todo para la fiesta que sería hoy por la noche.

- Se dice que el tequila de México es muy rico, lastima que vivimos del otro lado del mundo - Dijo Georg mientras pasaban por el pasillo de los vinos y licores

Bill solo asintió sin prestarles atención mientras seguía chateando con Gustav, tenia sus antebrazos recargados en la agarradera del carrito de compras mientras caminaba al mismo paso que Tom y Georg.

Estos dos antes mencionados, no paraban de hablar de cosas que no eran para nada del interés de Bill, reían a carcajadas por estupideces y muchas mas cosas, mientras tanto, Bill se encontraba muy ocupado hablando con Gustav sobre temas sin importancia.

Mientras Bill caminaba no pudo darse cuenta de que otra chica despistada al igual que el, caminaba justo directo hacía su carrito, unos segundos después, el estruendoso sonido de las botella de vino y cerveza chocar, junto a el sonido de la chica golpear su trasero contra el pido hizo que todos los de el pasillo, incluidos Georg y Tom, les pusieran los ojos encima tratando de averiguar que había pasado.

- Oh santo cielo! - Dijo Bill mientras se acercaba a la chica para ayudarla a pararse - Estas bien? - Ella asintió mientras recogía sus cosas del piso - Lo siento mucho estaba muy distraído - Se disculpó

-  No te preocupes, la distraída era yo, me acabo de mudar y eso no ayuda en mi maldito cerebro a dejar de ser tan distraída - Sonrió de manera boba mientras admiraba el gran estilo que se cargaba Bill

- Lo siento de verdad, por cierto, soy Bill - Le extendió la mano mientras observaba como una señora muy parecida a la chica se acercaba por detrás de ella

- Soy Maya - Le estrechó la mano y giró su cabeza al sentir los toques en su hombro desnudo por la blusa de tirantes que llevaba puesta

- Maya, tenemos que irnos, papá necesita ayuda con la instalación de su computadora, después de las vacaciones tendrás tiempo para hacer amigos - Dijo la señora y la tomó de brazo haciéndola caminar

- Me tengo que ir - Habló Maya mientras se alejaba - Fue un gusto conocerte de una manera tan extraña, Bill! - Gritó mientras desaparecía al dar vuelta y entrar al pasillo central

El pelinegro sonrío y siguió caminado sin prestarle atención a la mirada matadora que le lanzaba Tom.

- Bill, podrías acompañarme al baño? Sinceramente no se donde está - Habló Tom y Bill asintió mientras caminaba detrás de el y dejaban ahí solo a Georg

Caminaron hasta el baño y Tom llevaba la delantera haciendo que Bill se diera cuenta de que conocía perfectamente el camino hacía el baño.

Entraron al baño y Tom se aseguró de que no hubiera nadie para después cerrar la puerta detrás de Bill con seguro.

- Tom, que haces? - Pregunto el pelinegro en un tono preocupado mientras intentaba acercarse a la puerta pero el de rastas se lo impidió

- Por qué la mirabas así? - Habló Tom mientras caminaba hacia enfrente haciendo retroceder a Bill

- Mirar así a quien? - Dijo confundido

- A la tal Maya, la mirabas como si te gustara - Alzó las cejas y frunció los labios

- Oh por Dios! Tom, solo intentaba ser amable después de que chocara contra el carrito - Frunció el ceño y rió sarcástico

- Si, yo también intenté ser amable cuando chocamos el primer día de clases y todas tus cosas cayeron al suelo - Alzó los hombros y al darse cuenta de que Bill ahora estaba acorralado contra su cuerpo y los lavamanos puso sus brazos contra el mármol dejándolo sin salida - Y miranos, terminamos follando duro en mi cocina - Se acercó mas a el como si no hubiera mas espacio en el lugar

- T-Tom, que haya sido amable con ella no significa que vayamos a follar en su cocina - Tragó duro y rezó internamente por que Tom acortara la fistancia entre ellos y lo callara a besos

- Pues espero que lo que digas sea cierto, por que te juro que estoy a nada de callarte esa boquita a besos de una vez por todas y dejarte jadeando - Su miembro comenzó a palpitar exigiendo atención mientras topaba contra el estomago bajo de Bill

- Sea o no cierto lo que digo, de todas formas no es mala idea que me calles a besos - Miró Bill sus labios y de una vez por todas se unieron en un beso que tomó lujuria con rapidez

Las manos de Bill subieron hasta el cuello de Tom y comenzaron a dejar suaves caricias en este mientras que las manos de  Tom apretaban el culo del azabache con descaro.

El de rastas soltó un jadeo ahogado contra los labios de Bill después de que este frotara su miembro por encima de sus pantalones suavemente con una de sus manos.

Estaban por pasar a la siguiente fase después de una serie de besos pausados y chupetones en el cuello de Tom por parte de Bill, pero pudieron escuchar como alguien tocaba la puerta de los baños y tuvieron que detenerse.

- Chicos? Están ahí? - Se dejó oír la voz de Georg del otro lado de la puerta - Ya page todo, vamonos

- Para la próxima escena como esta, no podre detenerme y de daré como cosa que no sirve, así que advertido estas Billy - Sonrió pícaro y comenzó a caminar a la puesta mientras abría cuidadosamente el seguro y la volvía a abrir para después salir dejando solo a Bill

El antes mencionado trató de recuperar el aliento, abrió el grifo y humedeció sus manos para proximamente pasarlas por su cabello y peinarlo un poco.

Salió del baño encontrándose con Tom Y Georg cuando llegó a la salida del supermercado, estos lo esperaban solo a el para poder irse.

Salieron del supermercado y al estar en el estacionamiento subieron todo a la cajuela de la camioneta, el camino a casa de Georg fue sorprendentemente normal.

Al llegar estaaa estaba completamente vacía así que de inmediato llegaron sumergiéndose en la cocina para preparar las mezclas de bebidas alcohólicas creando deliciosos ponches.

Después de que todo estuviera listo, Georg paso a dejar a Tom y a Bill, cada uno a su casa para que pudieran prepararse por que pasaría por ellos en la noche para ir a la qur probablemente sería la mejor fiesta del año.


𝗠𝗘𝗧𝗔𝗡𝗢𝗜𝗔; Tom & Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora