Naruto - Y Sus Mellizas

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¿Riko? ¿Seguro que está bien salir?". La matriarca de la casa Suminoe miró al exterior un poco preocupada.

Parecía una mujer de mediana edad, de pelo castaño y ojos marrones. A diferencia de su vestimenta informal habitual, iba un poco más equipada. Un jersey marrón bastante acogedor y unos leggings de algodón.

Al abrir la boca, el visible aliento frío que acompañaba sus palabras era un testimonio del aumento de la nevada. Era mucho más pesada que la del año pasado.

Riko se había detenido mucho antes de hablar mirando hacia el exterior. Aunque no por la razón que cabría esperar. Ayer había aprendido la lección. Por suerte, los Uzumaki también tenían termostato.

Emulaba a su madre y llevaba unos leggings forrados de vellón que le ceñían bien la parte inferior del cuerpo. También llevaba un jersey blanco acompañado de una camiseta más gruesa. Ambas estaban metidas por dentro. Por si fuera poco, llevaba un gorro blanco en la cabeza con una bolita.

¿Por qué es tan idiota? Miró a través de la ventana apretando el libro cerca de ella, irritada. La rubia estaba quitando la nieve de las entradas de los coches de los demás.

Riko entornó los ojos antes de contenerse. "Mamá, lo entiendo, pero tengo que asegurarme de que idi... Naruto está bien. Después de todo, aún no tiene a nadie a su lado".

Por supuesto, aunque era cierto, ¡también quería conseguir rápidamente el siguiente ejemplar del libro! ¿Cómo iba a preocuparse por la rubia cuando aún ansiaba su liberación?

"Ah, es verdad". Los ojos de la madre se abrieron al darse cuenta. Pero sus ojos seguían mostrando cierta reticencia.

"Bueno, si estás tan segura...". Sacudió la cabeza y esbozó una sonrisa reticente.

"Parece que le estás cogiendo cariño otra vez, ¿eh?". Se llevó una mano a la boca, riéndose.

La cara de Riko casi estalló en rojo mientras negaba rápidamente la acusación. "¡Madre! ¡Basta ya! ¡Sabes que no es verdad! Sólo tengo ojos para Keita!"

"Mhm mhm". La madre asintió como si dijera: "Por supuesto que es verdad", pero cualquiera con ojos podía darse cuenta de que era mentira.

Riko volvió a abrir la boca para negar antes de ser interrumpida.

"Bueno Riko si no quieres ir yo no tengo inconveniente en ir en tu lugar...". Ako se adelantó diciendo en pijama. Había estado escuchando la conversación todo el tiempo y estaba más que dispuesta a tomar la iniciativa.

Al fin y al cabo, quería terminar el entrenamiento de Keita. Si la rubia podía hacerla sentir así ayer, le asustaba lo que podría hacer si lo hacía con Keita.

'Da un poco de miedo'. Pensó temblando. Miró hacia atrás y vio que Riko la miraba fijamente.

"¡Puedo ir sin problemas, gracias! No hace falta que te metas".

"¡Eh! ¡Sólo intentaba ayudarte!"

"¡¿Como ayudaste con la carta?!"

"¡Tú! Eso fue culpa de los dos!" gritó Ako inmediatamente.

"¡Chicas, chicas! ¡Calmaos! ¿Riko? Sé buena y ve con Naruto-chan. ¿Ako? Haz lo que quieras". La anciana Suminoe suspiró de inmediato al ver que ambas chicas se daban la vuelta con un bufido.

Podría haberse preocupado si no hubiera ocurrido tanto.

"¡Adiós, mamá! Intentaré volver antes hoy y que no estropeéis más las cosas". Su tono empezó ligero antes de cortar rápidamente con su hermana, que recogió los zapatos y se marchó, evitando el arrebato que sin duda siguió a la afirmación.