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Uzumaki Naruto se despertó en silencio. Echó un vistazo a su habitación sombríamente antes de encontrar la fuente de su temprano despertar. Su reloj, que marcaba las doce de la mañana.

Al apagarlo, el chico se desplomó un poco en la cama para tomar aire. Tras recuperarse, rodó hasta el suelo, desnudo y todo. Se arrastró hasta la cómoda inferior y sacó unos calzoncillos. Se los puso y bostezó en silencio.

Supongo que es hora de prepararse para su llegada". Hoy venían todos, así que tenía que asegurarse de que todo estuviera en perfectas condiciones.

Se levantó viendo su lista mientras la cogía. Casi le pillan demasiadas veces como para no tenerla. La leyó asegurándose de que todo estaba allí.

1- Devuelve la edición superespecial de papá Icha Icha: Paraíso Invernal.

2- Devuelve la edición superespecial de mamá Icha Icha: Domination Destroyer.

3- Vuelve a colocar la edición super especial Icha Icha: Amor Propio de la hermana mayor.

4- Devuelve el viejo teléfono de la hermana mayor con fotos de sus amigas en bikini del instituto.

5- Limpiar la casa de mierda.

6- Preparar el desayuno familiar.

Y así sucesivamente por orden de importancia. Ahora bien, uno podría pensar que su madre estaría la primera de la lista por ser la que lleva los pantalones metafóricamente en la casa.

Te equivocarías. Su padre era muy amable la mayor parte del tiempo, pero todos en la casa sabían que a veces emitía unas vibraciones bastante locas. Tanto él como su hermana mayor sabían que mamá sólo se hacía la dura hasta que papá decidía que ya era suficiente.

Aún recordaba aquella semana en que su madre explotó contra él por un accidente que no fue culpa suya. Su padre entró, la miró y se desinfló como un globo. Recordaba que ella se estremeció cuando él dijo.

"Espero que tengas una buena palabra de seguridad para esta noche". Ahora seguía sin saber lo que significaba, pero estaba seguro de que era algún tipo de tortura.

Pero como mamá parecía estar bien y sólo cojeaba un poco pensó que estaba bien.

Naruto cogió su teléfono y miró las fotos. Había hecho fotos de sus lugares anteriores para poder ajustarlas bien. Conocía a su familia. Podían parecer cabezas huecas, pero todos ellos emitían a veces vibraciones de asesinos en serie.

Él era el único normal del grupo, pensó mientras cogía los guantes y las gasas con alcohol. Limpió los libros y el teléfono de su hermana de sus huellas dactilares antes de dejarlos secar. No eran lo bastante buenas para los forenses, pero sí para engañar a la familia.

No tuvo que preocuparse por las huellas, ya que se esperaba que entrara en sus habitaciones para limpiar.

Naruto miró por la ventana sonriendo al ver el camión de la basura mientras se deshacía de sus pruebas.

Al volver al interior, Naruto, que ahora vestía un abrigo y calzoncillos, miró a su alrededor suspirando. Hora de limpiar.

30 minutos más tarde terminó el último piso mientras cogía una miniescalera para desempolvar los trofeos. Mientras estaba arriba tuvo un pensamiento descabellado que no pudo controlar.

¿Y si hago que Riko suba aquí y se pone una falda?" Tragó saliva al pensarlo imaginándose la visión. Le temblaron un poco los ojos mientras quitaba el polvo de los trofeos. No sabía cómo lo haría posible, pero sabía que necesitaba ver a una gemela con falda.

¡Las faldas eran la columna vertebral de un hombre!

Naruto bajó y terminó con aquello. Subió a limpiar, pues dejaba para el final la que menos trabajo tenía.

Naruto - Y Sus MellizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora