Te veo, te vi, y tal vez existimos juntas.

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Al día siguiente llegué mas temprano de lo habitual a la universidad para dirigirme a la biblioteca, llegué tres horas antes de lo que ella acostumbra llegar y le deje una nota que dice: Si tu me ves, si tu me viste, no soy invisible y tal vez existo. Y sali de la biblioteca yendo a mis clases, ignorando por completo su presencia.
Pasaron las horas y finalmente sonó el timbre que indicaba el final de las clases. Me dirigí de nuevo a la biblioteca, con una mezcla de emociones. ¿La encontraría? ¿Habría respondido a la nota?

Entré en la biblioteca y me dirigí a la mesa donde la había visto anteriormente. Y entonces, la vi. Estaba sentada en la misma mesa, con una nota en su mano. Espere a que saliera de la biblioteca sin que me viera y agarre la nota.
La nota decía: 'Te veo. Te vi. Y tal vez, existimos juntas'".
Mi corazón latia a mil por hora.

Salí de la biblioteca y la busque con la mirada pero ella ya no se encontraba, resignada sali de la universidad y empece a caminar hacia mi casa, mi mirada se detuvo en un letrero neon afuera de una de las viejas cafeterías que se encuentran en la fea zona de donde vivo, el letrero decia que en la noche habria barra gratis de bebida y una banda que iria de invitada especial, desinteresada segui mi camino, no me gustan los lugares con tanta gente, pero la barra gratis tal vez podría hacerme cambiar de opinión.
Cuando llegue a mi casa hice todas mis tareas pendientes, hice de cenar para mi madre y para mi, incluso bañe a mi perro. Ya eran las 7 de la noche y el aburrimiento seguia consumiéndome, y de la nada ese tonto letrero neon inundo mis pensamientos, algo me decia que tenia que ir, estuve aproximadamente 1 hora debatiendo si ir o no, pero no tenia nada que perder. No pensaba quedarme mas de una hora en ese lugar, así que no me arregle tanto. Unos jeans negros cargo y un suéter azul sin chiste ni gracia fue lo único que me puse. Salí de la casa, y el fresco de la noche me recibió con un abrazo. Caminé hacia la cafetería, sintiendo que el destino me llevaba hacia allí. Al entrar, la música me envolvió de nuevo. La banda que jamás en mi vida había escuchado estaba tocando una canción muy animada, y la gente bailaba en la pista. No había tanta gente como creí, había alrededor de menos de 50 personas en toda la cafetería... o bar o lo que sea que se haya convertido este lugar esta noche. Me acerque a la barra y pedí whisky, no iba a beberlo, solo era para disimular que iba a sentarme ahí hasta que me aburriera y me dieran ganas de irme.
Mientras esperaba mi trago, miré alrededor. Y entonces, la vi, en el escenario con una sonrisa que contagiaba a cualquiera, tocando un lindo bajo azul y moviendose al ritmo de la canción.

Me quedé paralizada, sin poder creer lo que estaba viendo. Ella, la chica de la biblioteca, la chica de las notas, estaba en el escenario, tocando el bajo con una pasión y una energía que me dejó sin aliento. La música me envolvió, y me encontré moviéndome al ritmo, sin darme cuenta. La vi mirarme, y sonreír, y sentí que mi corazón se detenía.
La canción termino y ella bajo de la tarima dirigiendose hacia la barra de bebidas, no me hablo como era de esperarse, y yo tampoco me moleste en acercarme, aún no podía sacarme de la cabeza la manera en la que se movia, su cabello desordenado, y su voz grave coreando las canciones, y de repente una voz me saca de mis pensamientos, era el mesero dandome una nota la cual decia: Coincidimos. Como la luna y el sol.

Me quedé con la nota en la mano, sin poder creer lo que estaba leyendo. ¿Cómo sabía que estaba pensando en ella? ¿Cómo sabía que me había impactado de esa manera? Miré alrededor, tratando de encontrarla, pero había desaparecido en la multitud. Me sentí frustrada, pero también intrigada.

El mesero me miró y sonrió. Es de la chica del bajo. Me dijo. Me pidió que te la diera.

Me sentí como si el mundo se hubiera vuelto del revés. ¿Por qué me había dado esa nota? ¿Qué quería decir con 'Coincidimos. Como la luna y el sol'?

Me quedé allí, con la nota en la mano, tratando de descifrar el misterio. Y entonces, escuché su voz detrás de mí. ¿Te gusta la poesía? Voltee y le conteste. ¿Y a ti no?

La peli negra me miró de arriba a abajo, su mirada escaneaba cada centímetro de mi cuerpo. Luego, sus ojos se detuvieron en mi mano, que sostenía la nota que me había mandado minutos antes.
Abrió la boca como queriendo decir algo, pero una rubia un poco mas baja que ella la interrumpió. Alejandra, corre, el descansó terminó, nos faltan 6 canciones. La rubia ni si quiera noto mi presencia, se veia realmente apurada. La chica de las notas solo se disculpó con una mueca y volvió a desaparecer entre la multitud. Así que el nombre de la chica que tanto amo mirar es Alejandra.

Mientras ella sube al escenario, me quedo repitiendo su nombre en mi cabeza, como si fuera un mantra. "Alejandra, Alejandra , Alejandra ..." La sensación es casi hipnótica, como si estuviera bajo un hechizo. La miro mientras ella ajusta su bajo y se dirige al micrófono. Su confianza y seguridad en el escenario me impresionan. Cuando comienza a tocar, me siento transportada por la música. La energía de la multitud es contagiosa, y pronto me encuentro moviéndome al ritmo de la música. Pero mi atención siempre vuelve a ella. La observo mientras toca, su pasión y dedicación son evidentes en cada acorde que toca. Me siento atraída por su talento, su confianza y su belleza. De repente, Alejandra mira hacia la multitud y sus ojos se encuentran con los míos. Me siento un poco nerviosa, pero no puedo apartar la mirada. Es como si estuviera conectada a ella por una corriente invisible. La música sigue sonando, pero mi atención está completamente enfocada en ella. Me siento como si estuviera en un sueño, donde solo existimos ella y yo.

Ya iba a comenzar la segunda canción de las tres que faltaban para cerrar el show, y mi madre ya estaba llamandome para que volviera a casa, no quería, me moria de ganas por seguir mirándola, pero no podia quedarme, ya era la 1 am y el regreso a casa es oscuro. Me dirigí al mesero y le pedí su libreta para dejarle una nota a Ale. Quería decirle algo que expresara lo que sentía en ese momento. Escribí: "La magia de conectar y la suerte de coincidir". Era lo único que se me ocurrió para describir la conexión que sentía con ella. Le di la nota al mismo mesero que ale mando a que me diera su nota y le pedí que le diera a Alejandra la mía. No podía irme sin despedirme de alguna manera.
Después de entregar la nota, salí del lugar y empecé mi camino de regreso a casa. La noche era oscura, pero mi corazón estaba lleno de luz. Me sentía como si hubiera dejado una parte de mí misma en ese lugar, con Alejandra.
Mientras caminaba, no podía dejar de pensar en ella. Me preguntaba si había recibido la nota, si había entendido lo que quería decir. Me preguntaba si sentiría lo mismo que yo. La noche parecía interminable, pero finalmente llegué a casa. Me metí en la cama, pero no podía dormir. Mi mente estaba llena de pensamientos de Alejandra, de la conexión que habíamos compartido, de la magia de ese momento.

No soy invisible y tal vez existoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora