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La luz dorada de la mañana se filtraba a través de las nubes, iluminando el vasto reino celestial. Jongin, un ángel con alas blancas recién graduado, estaba listo para su primera misión importante. Con sus plumas inmaculadas y un halo brillante, se sentía emocionado pero también un poco nervioso. Su tarea era proteger a un humano llamado Taehyung desde su nacimiento hasta que estuviera lo suficientemente maduro para cumplir su destino.

En la sala de asignaciones del reino celestial, Jongin estaba frente al anciano ángel, que tenía una presencia imponente. El anciano le entregó un pergamino brillante con las instrucciones.

—Jongin, tu misión es proteger a Taehyung. Este humano ha nacido con un destino especial: será un sacerdote y un fiel seguidor de Dios. Debes guiarlo sin intervenir demasiado en su vida, a menos que sea absolutamente necesario —dijo el anciano con voz grave.

—Lo tengo claro, Maestro —responde Jongin, con una mezcla de determinación y ansiedad.

—Debes estar siempre alerta. Las fuerzas oscuras podrían atacar en cualquier momento. Aunque no se supone que debas encontrarte con ángeles oscuros, estos seres pueden complicar tu misión si se enteran de la importancia de Taehyung. La existencia de los ángeles oscuros es un secreto bien guardado, pero parece que han descubierto algo —advirtió el anciano.

Jongin asintió, consciente de la seriedad de la situación. Se trasladó al mundo terrenal y apareció en una habitación cálida y acogedora. En una cuna, iluminada por una luz suave, un bebé recién nacido dormía tranquilo. Jongin se acercó con cuidado, observando al pequeño con ternura.

—Eres tan frágil y precioso —murmuró Jongin, inclinándose sobre la cuna. Aunque su apariencia era serena, sus ojos reflejaban una profunda preocupación.

De repente, Jongin sintió una presencia inquietante en la habitación. Era una sombra oscura que parecía acechar desde el rincón. La sensación de peligro era palpable.

—¿Qué es esto? —se preguntó Jongin en voz baja, mirando alrededor en busca de la fuente de la inquietud.

(...)

En el reino de los ángeles caídos, Chanyeol, un ángel de alas negras conocido por su habilidad en la tentación, estaba en una reunión con su mentor. La sala estaba iluminada por un resplandor rojo, y el ambiente era denso.

—Chanyeol, eres excelente en tu trabajo de llevar almas al inframundo —dijo el mentor—. Pero ahora hay una nueva misión para ti. El recién nacido Taehyung  está en el centro de algo importante.

Chanyeol, con sus alas negras extendidas, escuchó con atención.

—¿Y qué se supone que debo hacer? —preguntó Chanyeol, con curiosidad.

—Tu tarea es tentar a Taehyung. Sin embargo, hay un ángel de alas blancas, Jongin, que está destinado a protegerlo. Su presencia puede complicar las cosas para ti.

Chanyeol se mostró interesado y listo para el desafío. La misión le parecía fascinante, no solo por el reto que representaba, sino también por la oportunidad de enfrentarse a un nuevo ángel. Se preparó para su entrada en el mundo terrenal, sintiendo una extraña atracción hacia la tarea que le habían encomendado.

(...)

De vuelta en la habitación de Taehyung, Jongin se mantenía vigilante. Su presencia era discreta, pero sentía una tensión en el aire. Un leve crujido en el suelo le hizo girar la cabeza. Sabía que algo no estaba bien.

—¿Quién está ahí? —preguntó Jongin en un susurro. No obtuvo respuesta, pero la sensación de presencia era innegable.

Chanyeol llegó al mundo terrenal y se escondió en las sombras de la habitación. Observaba a Jongin con atención, intrigado por su presencia.

—Así que este es el protector —murmuró Chanyeol para sí mismo, con una sonrisa enigmática. Sabía que su tarea de tentar a Taehyung se complicaría con Jongin cerca.

Jongin sintió la presencia de Chanyeol y se puso en alerta. Miró a su alrededor, tratando de identificar al intruso.

—Siento que alguien me está observando —dijo Jongin, buscando en las sombras sin éxito.

Mientras Taehyung dormía plácidamente, la noche caía sobre el mundo terrenal. Jongin se quedó junto a la cuna, preocupado por la presencia que sentía cerca. Sabía que proteger a Taehyung sería un desafío y que la presencia de un ángel oscuro complicaría aún más las cosas. 

Chanyeol, oculto en la sombra, se sintió intrigado por la tarea que tenía por delante. Sabía que enfrentarse a Jongin no sería fácil, y la perspectiva de esta misión le resultaba desafiante y emocionante.

—Este será un juego interesante —pensó Chanyeol, mientras se retiraba en la oscuridad, dejando a Jongin en la incertidumbre de lo que estaba por venir.

Blame l Chankai ver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora