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Taehyung seguía adelante con su vida, cada vez más cerca de convertirse en un adulto completamente consciente de sus responsabilidades y de su propósito en la Tierra. Su camino hacia el sacerdocio continuaba firme, aunque las tentaciones de la vida empezaban a aparecer con mayor fuerza. La relación con Jisoo seguía creciendo, y aunque Taehyung intentaba mantenerse en el buen camino, las dudas y los deseos comenzaban a apoderarse de él.

Chanyeol, quien había estado vigilando a Taehyung de cerca, sabía que el momento de actuar estaba cerca. Su misión era hacer que el joven cayera en la tentación, pero hasta ahora había sido un trabajo lento y frustrante. La voluntad de Taehyung, reforzada por la protección constante de Jongin, lo hacía más difícil de lo que había anticipado. Pero Chanyeol no estaba solo en su misión. Su jefe, un ángel oscuro de mayor rango, le había dado una nueva orden: seducir a Jongin para distraerlo.

—Haz que se enamore de ti —le dijo su superior con una sonrisa maliciosa—. Si Jongin cae en tu trampa, no tendrá ojos para Taehyung, y entonces podrás completar tu tarea sin interrupciones.

Chanyeol sabía que esta no sería una tarea fácil. Jongin, con sus alas blancas y su corazón puro, era un ángel completamente dedicado a su misión. Pero Chanyeol también sabía que, en el fondo, Jongin era vulnerable, sobre todo cuando se trataba de sus emociones.

(...)

En la Tierra, Taehyung empezaba a mostrar más señales de vulnerabilidad. Jisoo y él se habían acercado más que nunca, y aunque sus intenciones eran puras, los deseos humanos empezaban a nublar su juicio. La lujuria, como un veneno sutil, comenzaba a infiltrarse en sus pensamientos. Jongin, por su parte, percibía las dificultades de Taehyung y sentía una creciente presión para protegerlo. Sin embargo, no sabía que Chanyeol tenía otro plan en mente.

Una tarde, mientras Taehyung y Jisoo paseaban por el parque, Jongin observaba desde las alturas, asegurándose de que nada malo les ocurriera. Pero esa misma tarde, Chanyeol decidió dar el primer paso en su estrategia. Apareció frente a Jongin, con su típica sonrisa llena de autoconfianza.

—¿Qué haces por aquí, Jongin? —preguntó Chanyeol, con un tono casual, pero con una mirada que revelaba sus verdaderas intenciones—. ¿Vigilando a tu pequeño protegido?

Jongin lo miró con recelo. Siempre que Chanyeol estaba cerca, sentía que algo malo podía suceder.

—Tú y yo sabemos por qué estoy aquí —respondió Jongin, con un tono firme—. No te acerques a él, Chanyeol.

Chanyeol se rió suavemente, como si la advertencia de Jongin fuera un comentario divertido.

—No vengo por Taehyung hoy —dijo, dando un paso más cerca—. De hecho, vengo por ti.

Jongin frunció el ceño, sin entender lo que Chanyeol intentaba.

—¿Qué quieres decir?

—Llevo mucho tiempo observándote, Jongin —continuó Chanyeol, con una sonrisa más suave, casi seductora—. Siempre tan dedicado, tan correcto. Pero, ¿no te cansas de eso? ¿No sientes que hay algo más allá de este deber que te han impuesto?

Jongin intentó ignorarlo, pero las palabras de Chanyeol empezaban a resonar en su mente. Nunca había cuestionado su misión, pero ahora Chanyeol lo estaba haciendo dudar.

—Deja de jugar conmigo, Chanyeol —respondió Jongin con seriedad—. No me interesa lo que estés intentando.

Chanyeol se acercó aún más, quedando a solo unos centímetros de Jongin.

—¿Estás seguro? —susurró, inclinándose ligeramente hacia él—. Porque yo creo que sí.

Jongin sintió una ola de confusión dentro de sí mismo. Chanyeol siempre había sido su enemigo, alguien a quien debía detener. Pero en ese momento, la cercanía, la intensidad en los ojos de Chanyeol, lo hacían sentir algo que no podía identificar. Era como si algo dentro de él quisiera responder a esa atracción, aunque su mente le gritaba que no lo hiciera.

Blame l Chankai ver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora