HUELLAS DE GIGANTE (SEGUNDA PARTE)

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Todo el grupo de amigos vino sollozando por haber "traicionado" a Omar. Fueron a buscar a Bilal y le contaron todo lo que ocurrió. Uno de ellos, Said, lloró tanto que sus ojos parecían un mar de lágrimas.
–Bilal ¿¿Que ha pasado??
–Said ¡Bilal!, ¡se lo han llevado!, ¡se lo han llevado!
–Bilal  Necesito que me expliques que ha pasado exactamente, ¿ A quién se han llevado?
–Said  Estábamos jugando con Omar, y una de las piedras que tiramos, se coló en la casa de los sionistas. Conseguimos escapar, pero Omar no pudo salvarse...
–Bilal  ¿Le habéis dejado y os habéis ido?
–Said  No fue nuestra  intención, no supimos cómo reaccionar. Yo.... Yo.... Yo lo siento mucho (llorando desconsoladamente)
–Bilal  No te preocupes, tenemos que buscarle cuanto antes. Hay que llamar a uno de los cabecillas de la aldea y explicarle lo sucedido.
Al cabo de un par de horas, atravesando las praderas de la tierra Santa, consiguieron dar con el anciano que lideraba al pueblo. Este, al ver como los muchachos corrían y se tropezaban con el asfalto irregular, se sorprendió, y con esto, se aproximó hacia la pandilla.
– Nouh. Que la paz esté con vosotros, hijos. Contadme, ¿Qué es lo que os trae por aquí?
–Bilal. Que la paz esté contigo, Abu Nouh. Hemos venido porque el ejército de Israelí ha capturado a Omar y necesitamos tu ayuda.
–Nouh. Entiendo... es bastante complicado, ya que las probabilidades de que quieran hacer una tregua con nosotros, son bajas por no decir nulas. Tenemos que ir al sitio  donde estaba Omar, con la esperanza de encontrar alguna pista.
–Said ¿ y si lo han matado, Abu Nouh?
–Nouh  Esperemos que no sea así...

Memorias del Oriente MedioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora