Llegada

68 12 1
                                    

1910

Max paso al gran salón, estaba todo como lo recordaba a viva memoria.

Buscaba a alguien que pudiera darle respuestas, darle hora, año y minutos exactos, quería recordar donde estaba y si su memoria junto a la de sus padres seguia en aquella mansión de una manera memorable.

Stacey busco a la dueña del hogar junto al dueño, Daisy y Donald. Ambos luego de unos minutos bajaron al salón, encontrandose a Max frente a su propio retrato antiguo. Aquel muchacho miraba el retrato con nostalgia y los demás retratos de su familia, entre ellos su amada Roxanne...

-No se quién sea usted, pero dejeme decirle que dinero es lo menos que tenemos. - Dijo Daisy detrás él muchacho, el cual se giro para ver a la dama frente suyo.

Aquel joven río, para mal gusto de Donald y Daisy los cuales pensaban que era una broma de muy mal gusto.

- Mejor hablemos en el despacho, acá no es lo indicado.- Dijo Donald subiendo ya las escaleras al despacho, seguido por Max y Daisy.

Una vez ahí los 3 solos, Max decidió hablar mientras recordaba cosas pasadas en aquel despachó.

- No vengo por dinero, si no vengo a proveerlo. -Dijo el joven mientras se acercaba a la chimenea, gran chimenea que escondia un gran secreto.-Ustedes saben la "maldición" que mantiene a nuestra familia. ¿No?-

Donald asintio mientras miraba las acciones del jóven frente a él. Veia sus ojos y pelo negro, su piel blanca como la porcelana y su aparente vestuario antiguo.

Sin duda no era del lugar, eso estaba claro.

- Brujas, fantasmas y vampiros... Simplemente mitos sin razón aparente. - Dijo Daisy sin importancia.

Max sonrió, mirando a ambos adultos.

- Pues esos mitos sin importancia... Son reales querida Daisy. - Dijo Max, tocando un mueble, apretando un botón y revelando una puerta abrirse, como si de un calabozo se tratase.

Ambos adultos se miraron con asombro, ninguno tenia el conocimiento de tal pasadizo de aquella chimenea a la cual ambos adultos pasaban horas frente a ella, aun asi, no podian creer que un desconocido que se hacia pasar por un familiar de los Goof pudiera tener tanto conocimiento de tal.

-Yo, soy Max Goof. - Dijo con seguridad, mirando a ambos adultos que lo miraban con cierta extrañeza y miedo.

- Entonces...¿como es que estas aca? -Pregunto Donald con ganas de saber mas de el azabache frente a el, el cual sonrio con gusto.

-Pues, como sabran. - Comento el azabache mientras entraba a la puerta y caminaba, Donald y Daisy lo siguieron por igual.- La familia Goof hace ya tiempo, tuvo demasiadas riquezas y felicidad. Hasta que la tragedia llego al hogar mostrando la aparente muerte de mis padres. - Dijo el azabache, tomando una linterna y caminando por el oscuro pasadizo.

- Cuando paso aquello, caí en una depresion bastante grande y para ser sincero, todo fue culpa de esa maldita bruja la cual hechizo a nuestra familia. - Dijo con cierto odio y rencor. - Yo nunca morí y jamás podre morir, por lo que hizo aquella mujer, convirtiendome en un vampiro por toda la eternidad.
.- Dijo llegando a una puerta y abriendola.

Donald y Daisy pasaron la puerta despues de Max, aquel lugar era como una bodega gigante y tenia bastantes joyas, antiguedades y cosas que para ese momento pondrían valer mas que millones...Mucho mas.

- Hemos vívido bajo una fortuna...- Comento la mujer mirando todo con cierto asombro, a lo que Max se volteo con una sonrisa.

- Mi intencion... es quedarme y volver a renacer el negoció de nuestra familia. - Dijo acercandose a ambos adultos.

𝑆ℎ𝑎𝑑𝑜𝑤 𝑜𝑓 𝑙𝑜𝑣𝑒 [𝑀𝑎𝑥𝑙𝑒𝑦]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora