Capitulo 3. La espía

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- ¿Quieres que trabaje para tu familia?- le había preguntado al príncipe Aemond una vez que él bajo de su gran dragón para reunirse conmigo en la Colina de Visenya y me dijo que su intención era convertirme en su espía

- Quiero que trabajes para mi- me corrigió él y se paseó por la zona- Sé que tienes una deuda bastante grande con Heleen

- ¿Y usted podría pagarla al completo?- pregunté sin hacer notar mi emoción pero mi corazón retumbaba por dentro

Eso significaría que podría irme de aqui...con Aenys si es que lo convenzo

- Soy el principe después de todo y tengo una herencia que no es nada exhuberante pero podría usarla para pagarte si haces bien tu trabajo- respondió el principe Aemond con un tono suave pero a la vez de advertencia- Si me traicionas, no habrá dinero y arrojare tu cuerpo a los perros, muchacha

Su mirada era afilada cuando se encontró con la mía pero yo no dude y me acerque a él para extender mi mano, lo que generó confusión en él pero aún así la tomo para luego devolverme el cuchillo, poniéndolo sobre mi mano

- Siempre hago bien mi trabajo, principe- murmuré y respire profundamente asimilando sus últimas palabras- Y no se preocupe por el tema de la traición, no tengo ninguna intención de morir antes de irme de aqui

Eso fue hace dos meses, y he tenido que evitar las preguntas de Aenys y Heleen cuando salgo en las mañanas temprano para darle mi reporte al príncipe Aemond a las afueras de la Calle de la Seda para luego seguir con los trabajos casuales para las personas del pueblo y cuidar del chiquillo.

Y vaya que estoy agotada

- ¿Así que la serpiente marina provoca una desventaja entre los comerciantes con su bloqueo?- pregunta el principe Aemond cuando me recuesto en el pasto luego de pasarle toda la información- Esto es perfecto

- ¿Perfecto que el pueblo se muera de hambre?- pregunto tapando mi cara con mi brazo para que el sol no me de en la cara

- Perfecto para la causa de mi familia, si el pueblo está descontento con Rhaenyra a causa del bloqueo y del crimen contra mi sobrino, nos beneficia- aclara él y escucho el sonido de unas monedas al costado mío- ¿Que otra cosa tienes para mi?

Le sigo contando las cosas que escuche en el pueblo y que seguí anoche a un pariente de los Arryn por la ciudad hasta que menciono que están tratando de hacer una especie de alianza con la princesa Rhaenyra

- ¿A cambio de que?- pregunta él principe Aemond y me encojo de hombros- No puedes decirme que no eres tan eficaz para escuchar que tenían que decir

- Soy eficaz en lo que hago, principe- le respondo fríamente levantándome- No sé que tipo de alianza porque el hombre estaba tan borracho que le dijo a su amigo que veía estrellas antes de vomitar sobre mis zapatos y quedarse dormido en la mesa- y saco de mi morral una carta- Pero obtuve esto- se lo entrego y evito estremecerme ange los chillidos de Vhagar- ¿Siempre tiene que venir con su dragón?

- Es inofensiva cuando no la molestas- murmura el hombre pero aún así disimulo pasear por la colina para ponerme detrás de él cuando su dragón vuelve a chillar- ¿Lo leíste?- agita con su mano el papel y yo niego

- Si supiera leer en valyrio...- digo con un tono de sarcasmo pero el principe no me reprende por ello

Solo sonríe de forma torcida mientras lee la carta y luego la arruga para guardarsela en el abrigo, intercambiandola por un bolsito de tela con monedas que me lanza y lo cojo en el aire.

- ¿Heleen no te ha causado problemas por el tiempo que pasas conmigo en la colina?- pregunta él con curiosidad y yo niego con la cabeza

- No sabe a dónde voy y tampoco creo que le importe cuando le llevo dinero- respondo y señalo la taberna del pueblo- ¿Tiene hambre?

El fin de la Danza || Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora