Camino por las calles de Westeros y me rio cuando alguien hace una imitación de la reina Alicent, ofreciéndome la mano para darme la vuelta antes de seguir bailando cok los demas artistas
Han pasado tres días desde que el principe Aemond y yo nos vimos en la colina de Visenya...y debo decir que extraño un poco el sonido de las monedas diarias de nuestros encuentros informativos. Sin embargo; no puedo ir...no con Aenys vigilandome desde que Aera le dijo que me habia visto con un hombre del mismo tono de cabello que el mio
- ¿Cuánto por esto?- pregunto cuando me detengo en un puesto y veo un broche de oro en forma de perro
- No le vendo a bastardos- dice el hombre y aquello me hace retroceder- Mi lord es un Hightower, me reprenderia si me ve incluso hablando contigo
- Tu lord Hightower no ha sido amable contigo entonces, no estarías vendiendo porquerías en las calles si le importaras - respondo y cuando me intenta golpear por el enojo, saco un cuchillo de mi cintura
- Vete de aquí, bastarda- dice él y yo lanzó una carcajada para irme rápidamente, pasando entre la multitud y guardo en mi bolsillo el broche que acabo de robarle al hombre
Corro hacia la Calle de la Seda a pesar que nadie me persigue y sonrió ante la sensación de burlarme de alguien que quiso lastimarme. Antes ser llamada bastarda me hacía llorar pero ahora...digamos que me duele; sin embargo, puedo vivir con eso ahora.
- Niños, no corran...ya están muy mayores para eso- había pedido Aenys cuando nos encontrábamos en el Norte- Van a enfermarse y luego tendré que cuidarlos
- Eres nuestro tío, anciano- dijo Vaegon, quien en ese momento contaba con 22 años- Scarlett, ven aquí- trató de lanzarme una bola de nieve pero me escabullí y le cayo a Aenys
- Idiota- le grite a mi hermano mayor riendo y Aenys alzó la vista de su libro
- Corran- dijo nuestro tío y ambos corrimos a pesar que era difícil ya que la nieve nos llegaba a los talones
Y a pesar que me cansaba mucho a los 17 años, correr se sentía como la libertad que tanto había anhelado y con cada paso, me alejaba más de mi hermano mayor y de mi tío...pero se sentía como seguro aún así
- Te atrapé, hermana- el cuerpo de Vaegon me presionó contra la nieve y me rei cuando dió un beso en mi mejilla antes de sacarme el cuchillo de la pierna- Eres una aficionada, debes esconder mejor tus cuchillos...apuesto que no tienes más- y me volteo para sacarmelo de encima riendo- No sirves para pelear
- Si tan solo me enseñarás mejor- le digo y nos levantamos rápidamente cuando escuchamos un ladrido, viendo un pequeño perrito cruzar la nieve- ¿Que pasa?- pregunto viendo la cara nostálgica de Vaegon
Nunca habíamos tenido una mascota debido a que vivíamos la mayoría de nuestros años en burdeles o viajando de aquí para allá. Ni siquiera Aenys nos permitía tratar de domesticar a un cuervo a pesar que él se comunicaba con el principe Daemon con uno
Vaegon siempre había querido un perro y ahora sostengo el broche de oro mientras camino hacia dentro del burdel, sonriendo amorosamente mientras me lo pongo debajo de mi manga, junto a cuchillo que le pertenecía
Al menos podría sentir que llevo parte de su añoranza conmigo de esta forma ya que no quedan nada de sus cenizas debido a que fue cremado en un costoso funeral privado digno de un Targaryen el cual pague a Heleen con él dinero que me dió el principe Aemond en mi primer trabajo hacia meses
Me preguntó si Vaegon hubiera muerto si yo le hubiera advertido aún más acerca de acostarse con mujeres casadas con hombres poderosos...¿hubiera cambiado algo si yo hubiera luchado más por él?
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El fin de la Danza || Aemond Targaryen
FanfictionCualquiera que conociera a Scarlett Waters, sabía que era una bastarda pero pocos podrían adivinar que su padre era el mismísimo principe Daemon Targaryen y que había intentado eliminar múltiples veces para que su hermano nunca se enterara de su des...