Soy tan estúpida, debería de haber sacado por lo menos dos cuchillos cuando lo vi acercarse a mi tan decidamente y atacarlo cuando alzo la mano con su dardo. Admito que parte de mi no quiere admitir que confiaba un dos por ciento en él pero es que estaba tan confundida por lo que habia pasado con Aenys que no pude haber previsto que el principe Aemond me secuestrara y me llevará hacia dentro de la Fortaleza Roja.
Claro que cuando desperté intenté acuchillarlo a él y a los guardias que se acercaron para poder contenerme, y ahora aquí estoy encadenada con las manos arriba y sin poder ni siquiera mover las manos a causa del fierro que las separa.
- Sé que te estás riendo de mi, Vaegon- digo en voz alta para intentar no volverme loca por el silencio en la gran habitación que estoy siendo consciente- Dónde sea que estes
Aproximo que llevo un dia y medio aquí, y presumo que estoy en la parte inferior de la Fortaleza Roja...donde nadie podría escuchar mis gritos
- Comida- dice una mujer de aproximadamente 30 años mientras entra en la celda e intenta introducirme queso en la boca pero volteo la cara como lo he hecho hace pocas horas con otra sirvienta
Y con la anterior
Y la anterior
No puedo confiar en que no haya veneno
- El príncipe Aemond me ordeno alimentarte, muchacha- dice la mujer agarrando mi rostro para comenzar a acercar el queso a mi boca pero niego con la cabeza- A mi no me vas a decir que no- e intenta meter el pedazo de queso en mi boca, apretando mi mandibula con fuerza y muerdo su mano con fuerza, lo que la hace gritar, retrocediendo y me rio un poco
La mujer me pega un bofeton y me tira el queso en la cara, lo que me hace mirarla con furia hasta que se va. He intentado de todo para desatarme pero las cadenas me aprietan las muñecas y ni siquiera alcanzan a la cerradura si es que logro desatarme el pasador de la trenza, el cual sirve tambien de cuchillo.
Despues de unas horas, las ganas de beber y de comer algo se hacen insoportables y trato de dar unos pasos pero las cadenas que me mantienen con los brazos extendidos y levantados no me lo permiten. Me pregunto hasta cuando el príncipe Aemond me tendrá aquí, hablo que debería de al menos venir a verificar que sigo viva para espiar para él o matarme luego que lo ataque cuando desperté
- Jaehaera...ven aquí- escuchó una voz vagamente familiar y me abstengo de pedir ayuda ya que presumo que no me la sabrán dar
Una niña de aproximadamente seis años vestida con el vestido más fino que yo he llevado alguna vez entra y me mira sorprendida.
- Tienes extrañas ropas- dice la niña y me doy cuenta que es igual al pequeño príncipe que cercenaron la cabeza- ¿Por qué no usas un vestido?
- Es dificil pelear cuando llevas uno, una camisa y unos pantalones son ideales si es que quieres escabullirte- respondo y veo que la princesa Helaena entra en la celda para cargar a su hija
Aunque debería de decir Reina Helaena
- Scarlett, ¿verdad?- pregunta algo asustadiza y asiento- Aemond no dijo que te tenian encadenada, ¿cuánto tiempo has estado asi?
- Aproximadamente treinta horas, aunque a veces descanso mis piernas apoyando mis pies en la pared- explico y ella se acerca un poco- Siento no poder hacerle reverencia- la disculpa es sarcástica pero ella hace un movimiento con la mano
- No te preocupes, de igual forma no me gusta que la gente se reverencia ante mi...hace que la carga sea real- y mira las magulladuras de mis muñecas- ¿Te duele?
No, en realidad me hice esos cortes con las cadenas estas últimas horas por aburrimiento; mi sarcasmo esta en la lengua pero me doy cuenta que una criatura tan inocente como ella no merece una respuesta así.
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El fin de la Danza || Aemond Targaryen
FanfictionCualquiera que conociera a Scarlett Waters, sabía que era una bastarda pero pocos podrían adivinar que su padre era el mismísimo principe Daemon Targaryen y que había intentado eliminar múltiples veces para que su hermano nunca se enterara de su des...