Episodio 1

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Naerys entró a la habitación con una lyra y una leve sonrisa, Aegon III su medio hermano la miro asomarse a la habitación y sonrió también pero luego su sonrisa se desvaneció.

─Vine para tocar una melodía para su majestad ─dijo Naerys tratando de hacer aquel ambiente de duelo y tristeza en algo más alegre para ella y su hermano pequeño.

Aegon asintió en silencio y le indicó a Naerys que se sentara a su lado.  
Naerys se sentó y jugueteó con las cuerdas de su lira, tratando de tocar una melodía animada, pero las cuerdas parecían reflejar la atmósfera pesada de la habitación y la melodía sonó triste y lúgubre.

Aegon notó que Naerys estaba luchando y le puso la mano en la suya.

─No tienes que obligarte a alegrar el ambiente ─dijo él en voz baja.

Naerys suspiró y dejó de intentar tocar la lira.

─Lo sé, pero me duele verte tan triste─dijo ella, mirando a Aegon con preocupación.

─Extraño a mamá, a Viserys... A todos ─susurró Aegon.

Naerys bajó la cabeza con tristeza, si su hermano estaba así de cabizbajo y sin ganas ella lo estaba peor.

Aegon se recostó ligeramente en el sofá y apretó la mano de su hermana.

─Yo también los extraño ─dijo en un susurro─ Ellos eran todo lo que teníamos, y ahora ya no están...

Naerys se sentó junto a él y apoyó la cabeza de su hermano en su hombro.

─Pero todavía nos tenemos el uno al otro ─dijo ella, tratando de consolar a su hermano.

─Tu te irás... Y tengo miedo ─hablo Aegon─ Te irás al norte, ellos lo dicen, es por el pacto que hizo madre con Lord Cregan Stark de casarte con él.

Naerys levantó la cabeza y miro a su hermano con tristeza.

─No puedo negarlo ─dijo ella con un suspiro─ Es mi deber, pero no quiero dejarte. No quiero dejarte solo.

Aegon se volvió hacia ella y le tomó la mano nuevamente.

─No quiero que te vayas Naerys... ─dijo él con voz temblorosa─ Te necesito aquí.

Naerys se contuvo para no llorar frente a él, pero los ojos de su hermano que pedían fervientemente que no lo abandonara la rompía por completo.

─No quiero irme en verdad no quiero ─habló Naerys─ Pero era lo que mamá quería.

Aegon apretó la mano de su hermana con fuerza.

─Lo sé ─dijo en un tono sombrío─. Era lo que ella quería, pero... pero...

Se le quebró la voz y agachó la cabeza, luchando por controlar sus emociones.

Naerys abrazó a su pequeño hermano con fuerza Aegon se aferró a ella, hundió la cabeza en su hombro y se permitió llorar.

─No quiero quedarme solo ─susurró entre sollozos.

─No estarás solo ─murmuró Naerys, acariciando el cabello de su hermano─ Siempre estaré contigo, aunque no esté físicamente.

Aegon levantó la cabeza con una idea, esperanzado de que eso pueda ayudar a su hermana.

─¿Y si hablo con el consejo? Soy el Rey ellos dejarán de desistir si digo que no te casarás con Cregan Stark ─dijo él.

Naerys se quedó quieta y pensó en lo que su hermano había dicho.

─No creo que funcione ─dijo ella en un susurro─ El pacto fue hecho por nuestra madre, y aunque eres el rey, el consejo todavía tiene voz en las decisiones importantes. Además, no quiero causarte más problemas.

LA PRINCESA Y EL LOBO •CREGAN STARK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora