🍒Baby's Favorite Daddy [Wenga] [+16]

;; 4 5: C E L O S

-Siempre serás mía. No importa a donde vayas o quien vayas, siempre estaré ahí y mataré a cualquiera que intente interponerse entre nuestro amor.

Esas son las palabras que le dijo TaeHyun a Wendy la última vez que estuvieron juntos en Nueva York. Wendy dormía desnuda a lado suyo de manera profunda. Esa noche había sido su último show de la mini gira por bares y clubs que él organizó. En realidad era su intento de atraer más chicas para poder venderlas. Wendy no tenía idea de nada, ella creía que él quería hacerla famosa.

Si, tenía talento y mucho pero para él ella no era más que un buen pedazo de carne que vendía a los mejores postores aunque sea para verla cantar y poder obtener dinero y chicas gracias a ella.

TaeHyun se acomodó en su cama mirando el techo de su celda, tenía la cama de arriba en este cuarto que compartía con otros dos sujetos. No sabía sus nombres y no quería saber sus nombres.

Esa última noche que estuvieron juntos, la perra lo engaño y manipulo con sexo, el fue tan estúpido e iluso. Se acostó con él y ella pidió lo que quería, ir a ver a su padre y aprovechó para huir y tirarlo al abismo para poder estar con él chico pop star, Min Yoongi.

Lo aborrecía, quería matarlo, acabar con él y hacerlo sufrir. Quitarle todo lo que a él le habían quitado pero no podía hacer mucho estando detrás de las rejas. Todos le habían dado la espalda. En especial el imbécil de Kiji. Kiji era respetado en prisión y mientras tanto él era tratado como basura pudriéndose en esa celda.

Pero, lo que más odiaba con todo su ser, no era estar separado de Wendy, no. Odiaba estar sobrio. Tener que afrontar la realidad era una pesadilla. Quería regresar a cuando solo eran él y Wendy en esos bares y él tenía todo el dinero con el que pudo soñar para comprar drogas y más.

Min Yoongi le había quitado eso.

-Maldito seas, Min Yoongi.

-¿Qué dijiste, 362? -preguntó su compañero de celda, un chico delgado, hispano, de baja estatura. Se rumoreaba que él estaba ahí por actividad de pandillas que resultó muy mal.-

-Que te importa, imbécil.

Y sin más sintió como lo bajaron de su cama de golpe. Aquel chico lucía enojado y lleno de rabia. Le logró dar una fuerte bofetada que lo dejo atonito mientras veia al suelo. Su otro compañero de celda fue a hacer guardia para asegurarse que no los vieran.

Así eran todos los días, sus dos compañeros de celda le hacían su vida un infierno y el no lo entendía porqué.

-Sabes tengo una hermana menor, lo que le hiciste a esa chica es imperdonable. -habló aquel chico que lo tenía sujeto del cuello y sacó una navaja mostrándosela para poder intimidarlo, lo logró.- Dime, ¿porque no debería matarte ahora mismo?

Se escucharon pasos aproximándose y aquel chico se apartó escondiendo su navaja.

-Si dices algo te ira peor. -Le susurro el chico soltandolo del cuello y fue a acostarse en su cama-

TaeHyun sabía que esa amenaza era cierta ya que el chico servía una condena larga y nadie se metía con él, pues a sus quince años terminó por matar a dos personas, ahora el chico tenía veinticuatro. Le dieron una condena de por vida y cuando cumplió su mayoría de edad lo transfirieron a esta prisión para adultos, se había logrado ganar el respeto de casi todos.

-362 tienes una visita. -escucho una voz decir. Volteo a ver al guardia quien lo veía sin interés. Los prisioneros y guardias lo detestaban por que era demasiado engreido y por lo que le hizo a aquella chica famosa-Ponte de pie, rápido!

TaeHyun se puso de pie y se acercó a la reja sin interés.

-Yo no tengo visitas. -dijo desafiando al guardia y recargándose en la puerta de su celda-