Tres kilos menos

4 este no es mi hogar

Narra Keiko

Hoy era el día, un 27 de mayo a las 8:00 de la mañana me iban a internar a ese horrible lugar

Perdería todo, mis buenas notas, estar en el consejo estudiantil, ya no vería a Miki ni Katsumi, mi empleo, lo iba a perder todo

Enserio es tan malo que quiera tener un buen físico??

Hace tan solo 2 meses empezé con 53 k y ahora solo tengo 36 k, y eso me hace feliz pero al parecer a los demás no

Me fijé en las dos maletas que estaban sobre mi cama, cuánto tiempo estaría en ese lugar, cuando volvería con mi rutina, eso...no lo sé

Escuché a mi hermana subiendo las escaleras, sabía que es lo que pasaría a continuación

Que pasará con mis amigas Miki y Katsumi, ellas... ¿Me dejarán de querer? ¿A quien pondrán en mi lugar en el consejo estudiantil?
Mil preguntas pasaban por mi cabeza

Hasta que llegó la hora ya estaba en el auto, a mi costado mi hermana Nayeon y manejando Junko

El silencio invadía el auto, era incómodo, nadie se atrevia a soltar ninguna palabra

Mire a mi hogar, tantos recuerdos, se que no me iré para siempre pero no sé cuánto tiempo estaré internada

Al llegar al hospital me despedí de mis hermanas, me dieron una habitación y una bata.

Para ser sincera nunca me gusto estar en un hospital, siempre sentí que estando en esos lugares algo malo pasaría

                             💫⭐

La joven castaña jugaba con un mechón de su cabello, había pasado ya un día en ese lugar que no le agradaba

El cuarto no era tan especial, era de un color beige, una ventana que daba al patio, un armario para sus pertenencias, una camilla y su baño personal

Se encontraba en la área para menores pues solo contaba con 15 años

Eran las nueve de la mañana, la joven no pudo pegar ni un ojo la noche anterior por el estrés que le causaba estar en aquel lugar

Escucho las pisadas de alguien acercándose, Keiko sabía lo que era...el desayuno

Entro una joven no mayor a los treinta años, entro con un carrito y se dirigió a Keiko

--buenos días Keiko-- la joven la miraba y luego trataba de ver qué es lo que venía en el carrito, olía bastante bien no lo podía negar

--buenos días -- dijo la castaña secamente

--mucho gusto me llamo Yukiko, y seré la encargada de cuidarte-- le dió una sonrisa amable, a lo que la castaña le dió una leve sonrisa

Keiko vio como Yukiko tomaba la bandeja en dónde estaba su desayuno

En la camilla donde se encontraba había una pequeña mesa desplegable, dónde la enfermera puso su desayuno

Al ver todo lo que tenía en la bandeja, comenzó a temblar

Eran un vaso de jugo de manzana, tres huevos cocidos y bien cortados, un pan con mantequilla por encima y un panqué

--tranquila no es necesario que te lo termines todo, lo importante es que comas-- dijo la pelirroja para mirar por última vez a la joven, para después retirarse de la habitación

No es que se quiera deshacer de el "encargo" o por maldad si no por qué era normal que a los pacientes diagnósticados  con bulimia no les gustará que los vieran comer

Keiko no tenía hambre, se fue perdiendo en el buen olor que daba el pan con mantequilla y luego ver el jugo, eran una gran combinación o almenos es lo que pensaba

¿Cuántas calorías traerá esto?
¿Y cuánta grasa?

Keiko odiaba ese lugar, pero si quería salir tenía que hacer el esfuerzo de comer

Entonces con algo de miedo movió su mano en dirección a el pan, lo tomo y le dió un mordisco no muy grande

Mientras Keiko masticaba ese bocado empezaba a recordar y recordó ese momento

"Subiste bastante de peso no lo creés"

Todo engorda, el pan, la mantequilla estos juntos engordan, decía mientras masticaba el pedazo que se hecho a la boca

Keiko empiezo a llorar y sentirse mal

Fui una estúpida
¿!Como pude haber echo eso?!

Las lágrimas caían sobre sus mejillas,
Daba pequeños suspiros mientras alejaba la charola con comida

Se levantó lo más rápido, fue corriendo al retrete, dónde sus dedos fueron los csusantes de su vomito

Keiko el pequeño pedazo de el pan
La castaña no paraba de llorar

Después de eso se "desconecto" y cuando reacciono, la doctora la ayudaba a regresar a la cama

Keiko Hoshino tiene miedo a engordar