La mañana había llegado y los rayos del sol se filtraron a través de la ventana, golpeando el rostro de Vaggie, quien se despertó al sentir la molesta luz que le daba en el rostro.
Miró a su alrededor durante unos minutos, ya que se encontraba desorientada. Vio a Naruto, quien estaba dormido.
Miró el rostro dormido de Naruto; una sonrisa apareció en su rostro al recordar todo lo que ellos habían hecho hasta hace unas pocas horas.
Ella era un ángel, uno que había sido castigado por tener piedad de un niño. Sus alas habían sido cortadas, había perdido su halo de ángel, al igual que su ojo.
Pensó que nunca volvería a ver sus alas y realmente no le importaba, sobre todo ahora que tenía a sus dos hijas y tenía a Naruto con ella. Tenía a Kushina, a quien consideraba una madre debido a todo lo que había hecho por ella.
Ahora no esperaba recuperar sus alas y no sabía por qué se las había devuelto, y no le importaba, ya que ahora se había vuelto más fuerte y usaría esa fuerza para proteger a sus hijas y su familia.
Se levantó desde su cómoda posición en el pecho de Naruto, se sentó sobre él, esperando no despertarlo. Se concentró en lo que deseaba. Después de unos momentos, un par de alas blancas se extendieron detrás de ella.
Vaggie: aun las tengo.
Pensó que después de todo lo que hizo, después de haberlas recuperado, al menos esperaría que ellas se hubieran oscurecido, pero no, ahí estaban, igual de blancas como la nieve.
Naruto: esta es una buena forma de despertar.
Vaggie se asustó al escuchar la voz de Naruto, que había despertado en algún momento. Al mirar, se dio cuenta de que, desde su posición, Naruto podía ver todo de ella, al menos de su cintura para arriba, al igual que sus alas extendidas.
Naruto: buenos días.
Vaggie no respondió; en cambio, se inclinó para besarlo de una manera lenta y cariñosa para después separarse.
Naruto: no me molesta despertar así.
Vaggie: es temprano, ¿por qué no nos levantamos y preparamos el desayuno juntos antes de que tu madre se levante?.
Naruto: me sorprende que las niñas no estén despertándose.
Vaggie: entonces, démonos prisa.
Naruto: "se me ocurren otras formas de aprovechar el tiempo.
Vaggie: aun tienes ganas de más.
Naruto: con la vista que tengo.
Vaggie se sentó en el borde de la cama y, con una sonrisa traviesa, se levantó sin importarle que Naruto viera su desnudez y comenzó a caminar hacia el baño.Cada paso que daba lo hacía de manera lenta, mientras sus caderas se balanceaban, dándole a Naruto una vista completa de su trasero. Sabía que ella lo estaba observando, y eso provocaba que ella diera una chispa extra a sus movimientos.
Al llegar al umbral del baño, Vaggie se detuvo y miró por encima del hombro, encontrando su mirada con la de su amante; su mirada era una combinación de desafío y deseo.
Finalmente desapareció tras la puerta, dejando a Naruto ansioso y con una sonrisa y una mirada de lujuria en su rostro, una que pareció aumentar en el momento en que escuchó cómo el agua empezó a caer.
Naruto: serás mi perdición.
Naruto sabía que ella lo había hecho a propósito, sabiendo que no dudaría en seguirla. Se preguntó en qué momento Vaggie se volvió tan lujuriosa ¿acaso era su culpa?
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Entre un Ángel y un Demonio
FanfictionLos secretos pueden destruir a las personas y causar desconfianza, sobre todo a quienes amas