Capítulo 05 - Lo que sigue despues

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En el complejo Uzumaki, casi todos los ocupantes estaban reunidos en la sala. Solo los bebés descansaban en la habitación contigua, profundamente dormidas. Los padres intentaban obtener respuestas de la gatita que, sentada en la mesa frente a Naruto, sonreía con serenidad.

Naruto la miraba, intrigado, mientras intentaba comprender cómo su madre biológica había logrado encontrar y burlar las barreras de seguridad. Según le habían contado Tune y los demás, la misteriosa mujer había hecho preguntas sobre él y sobre su madre, lo que despertaba muchas inquietudes.

Naruto pensaba en cómo luciría su madre. Tune y las demás dieron descripciones tan diferentes que lo sorprendieron. Lockette la describió como una mujer de baja estatura, con cabello negro y ojos violetas; en cambio, Tune la vio como una figura alta, refinada, de cabello rubio y ojos negros. Sin embargo, todas coincidían en algo: su madre era increíblemente hermosa.

Aquella noche, tras días agotadores, regresaron a casa. Solo Amore, aún dormida, permaneció en brazos de Kazumi, quien desde que habían regresado del funeral de su madre estaba en un profundo silencio.

Al mirar a Vaggie, Naruto notó su preocupación y comprendió su origen. Kazumi, a su lado, permanecía ensimismada, centrada solo en cuidar a Amore, quien de vez en cuando sollozaba en su sueño.

Naruto, suspirando profundamente, decidió ser directo y habló:

— ¿Cuánto tiempo lleva buscándome y cómo me encontro?

Diana lo miró con serenidad y respondió:

—Creo que usted tiene diecinueve años, ¿verdad?

—Sí —respondió Naruto.

—Ese es el tiempo que mi señora ha estado buscándolo. Y sobre cómo lo encontré... fue a través de su hermana.

Esas palabras lo dejaron perplejo. Miró a Diana, incrédulo.

—¿Tengo una hermana?

—Gemela —aclaró Diana.

No solo tenía una hermana, sino que eran gemelos. Ahora la pregunta era cómo ella había ayudado en su búsqueda.

— ¿Cómo fue que ella dio conmigo?

—Fue por su dolor. Hace unos días, su hermana conversaba con una amiga cuando de pronto se desmayó. Los sirvientes que la cuidaban buscaron a sus padres, ya que no dejaba de llamar a mi señora.

Confundida, Vaggie preguntó:

—¿Qué quieres decir con que no dejaba de llamar a su madre? ¿Y qué tiene que ver Naruto en todo esto?

Diana explicó con calma.

—Creo que una de las cosas que escucharon decir fue: "Mamá, por favor, no me dejes, no te vayas". Mi señora entonces comprendió que esas palabras no eran de su hija.

Naruto suspiró, intuyendo la verdad.

—Eran las mías, ¿verdad?

Vaggie y Kazumi lo miraron, sin saber los detalles de aquel día en la azotea. Saber que Naruto había pronunciado esas palabras las estremeció. Él siempre había sido fuerte, sin importar las circunstancias.

—Sí —confirmó Diana—. Mi señora invadió los sueños de su hermana para ver qué la perturbaba tanto y fue ahí cuando lo vio a usted.

Naruto reflexionó. Pocos seres podían invadir sueños, y menos aún mujeres. Necesitaba averiguar quién era capaz de algo así.

—¿Cómo supo que era yo?

—Aunque no lo crea, se parece mucho a su madre —explicó Diana—. Su forma de ser, cómo actúa con su familia, incluso su habilidad para manipulara otras personas. Pero lo que lo delató fueron los poderes que heredó de su padre, especialmente sus alas.

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⏰ Última actualización: Oct 29 ⏰

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Entre un Ángel y un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora