Capítulo 2: La noche de mi suplicio

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Londres

Hoy es mi último día en este lugar, el que ha sido mi refugio por casi dos años desde aquella noche en la cual mi mundo se derrumbó. Camino de un lado a otro organizando mi equipaje para que en unas pocas horas más tome el vuelo que me llevara de regreso a Boston, decidí estudiar una maestría en el extranjero para estar lo más lejos posible de todo y todos, y es que estar ahí me recordaba siempre de que fui yo la culpable de que mi padre muriera el día de mi accidente, el cargo de conciencia no me dejaba en paz y decidí huir de aquello ya no pude soportarlo, más aun sumando todos los extraños sucesos después de aquel día, mi cabeza es un mundo del cual no tengo ni la más mínima idea de qué o quién soy.

- ¿Cielo? – dicen tras el teléfono, dejo todo lo que estoy haciendo y me decido a responder – estuve llamándote toda la mañana, ¿Dónde estabas?

James y yo estamos juntos desde hace ya casi 9 años, lo conozco desde la preparatoria, tenemos podría decir que casi toda una vida juntos.

- Estaba arreglando unos papeles antes de viajar, ¿Cómo estás? – se muestra emocionado porque la próxima semana será la presentación oficial de la torre de apartamentos en la cual nuestro conglomerado ha venido trabajando hace varios años atrás.

Recuerdo a mi padre trabajar incansablemente para que este proyecto sea una realidad, soy participe de este desde que era una estudiante novata de arquitectura, gracias a él decidí estudiar esta carrera ya que al ver su pasión termine por fascinarme de aquel mundo el cual compartíamos él y yo.

El mayor proyecto inmobiliario de Boston en la zona más exclusiva de esta, estábamos a pocos días de la inauguración y por supuesto la demanda ya empezaba a notarse con las ofertas que emitían algunos interesados por adquirir un apartamento con el más ostentoso lujo, tanto que incluso algunos de estos ya tienen nombre y dueño.

Le aviso que antes de ir a Boston planeo hacer una escala en Nueva York por algunos días.

- No puedes hacer eso, sabes perfectamente que necesitamos de tu participación para el evento, Giselle cuento contigo para esto – no sé si estoy lista para volver a ver a todas sus banales y vacías amistades, no mucho menos después de lo sucedido años atrás cuando lo deje con la palabra en la boca durante nuestra fiesta de compromiso y termine siendo expuesta a los chismes y cuchicheos de todos los presentes.

Aquella noche después de recibir el anillo de compromiso, rechace de manera fortuita su propuesta, no sé si fue por miedo o quizá fue que todo me tomo por sorpresa ya que al menos esperaba que él me hubiese comunicado antes sus intenciones pero gracias también al orquestar de mi madre ambos decidieron que la mejor manera era esa. Salí corriendo hacia mi habitación para encerarme y no tener que enfrentarme a la realidad, muy mala elección ya que eso no acabo con los posteriores reproches de mi madre para conmigo.

- ¡Cómo te atreviste a hacerle eso a James! – vino hacia mí para darme una fuerte bofetada - ¡nos has hecho quedar en ridículo frente a todas nuestras amistades.

He pensado muchas veces que James y ella son tan parecidos que tal parece que congenia mejor con él que en lo que ella y yo en toda nuestra vida.

- ¡Ginna! – mi nana, aparece tras la puerta y sostiene un fuerte careo con mi madre tras haberme golpeado.

- Recuerda cuál es tu lugar Rosie – enfrento ella con muchos aires de sentirse superior.

- Lo sé muy bien, esta entre tú y Giselle, pero tal parece que algunas personas si han olvidado de donde vienen...

- Intentas decir algo porque yo también puedo decir mucho, no vas a decirme cómo puedo corregir a mi hija, tú eres la menos indicada para ser buena madre.

Mi Luna de Plata - PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora