Capítulo 76: Devuélveme la vida

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Tino D.

La entrada a la cripta donde se encuentra Lucille está bien resguardada. No queremos correr riesgos con Claudio y Cesar acechándonos en estos momentos. Ya han pasado 2 días y esperamos que ella despierte al amanecer, esta noche he montado guardia ya que quiero ser el primero que la vea cuando vuelva a la vida.

La noche avanza lentamente a mi parecer, cada minuto que trascurre es una tortura, pues la incertidumbre está presente en mi y me embarga el alma. Deseo tanto que todo resulte a nuestro favor, ya hemos tenido muchas pruebas que superar y creo que al fin vamos a tener nuestra revancha.

Solo quiero una oportunidad, merecemos ser felices y si las cosas salen como esperamos me dedicare en cuerpo y alma a hacerla feliz por el resto de nuestros días.

El amanecer llega a lo lejos y mis nervios se tensan al saber que estoy pronto a descubrir los resultados. Falta poco menos de media hora para que se completen los tres días que necesitábamos para la transición de Lucille.

De entre las demás tumbas alguien aparece y al ver con mayor claridad noto que es Cesar quien empieza a caminar hacia mi dirección. Antes de que dé un paso más le advierto con firmeza que se detenga.

- Cuando ella despierte la llevare conmigo - dice en tono desafiante.

- Sobre mi cadáver.

- Será un placer - responde mostrando sus colmillos como forma de amenaza.

Por mas deseos que tenga de acabar con este hombre no puedo hacerlo. Si él muere eso también afectaría a Lucille y no lograría despertar. Ya falta poco me digo a mi mismo, cuando ella vuelva tendremos la oportunidad de hacer lo que en un principio debimos hacer.

- Déjala en paz, no la condenes a una vida que ella no quiere, ¿Qué mas prueba quieres? ¿no te basta con haberle hecho tanto daño a ella y a su madre?

Se que de nada va a servir apelar a su corazón, la razón principal es porque este hombre no lo tiene. Solo intento distraerlo para que no se le ocurra ingresar por la fuerza e interrumpir su descanso.

- Quieras o no, ella me pertenece, lleva mi sangre y tu nada puedes hacer para cambiarlo. No te dejare el camino libre para que te quedes con Helena.

Su mente trastornada empezaba a distorsionar la realidad.

- ¡Ella no es Helena!, ella esta muerta, tu fuiste quien lo hizo. Acabaste con su vida y también la de mi familia. No te confíes Cesar, este puede ser tu ultimo amanecer, ¿te crees invencible?, de una vez entérate que no lo eres. Así como acabamos con Ivette, de esa misma manera será tu fin, igual de asqueroso y ruin.

- Ustedes me hicieron en realidad un favor al matar a esa maldita bruja. Estaba harto de ella, en un principio fue divertido aliarme y beneficiarme de sus poderes, pero todo cambio cuando conocí a Helena. Quise dejarla y por supuesto Ivette no tardo en mostrar su verdadero rostro, así que al ser rechazado por Helena no tuve mas remedio que continuar con ella, siendo así que decidimos vengarnos, yo de ella claro, e Ivette de la maldita descendencia de la familia Dalmazzi.

Su confesión es tan descarada, no hay ni una pizca de remordimiento en admitir los hechos. Vasco quien esta muy cerca, lo escucha y sus pensamientos se centran en despedazar al hombre que arruino su vida.

- ¡Espera aun! - digo deteniéndolo. Su enfado va a llevarlo a cometer una imprudencia.

Cesar y él se encuentran a través de un cruce de miradas, puedo sentir como la sangre de Vasco hierve al ser incapaz de atacarlo ya que pondría en peligro a Lucille.

Mi Luna de Plata - PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora