Capítulo 24: Bajo sospecha

2 0 0
                                    

Victoria D.

Espero en mi habitación la pronta llegada de Liz, con mi confesión me encuentro aún más nerviosa y no dejo de caminar de un lado a otro.

- Te dije un antiácido, no esto – reclamo al ver una prueba de embarazo sobre mi cama.

No debí decirle que tengo un retraso de cuatro días, me parece muy exagerada su reacción.

- Por tus síntomas deberías hacerlo, ¿Qué diablos sucedió?, ¿acaso olvidaste tomar alguna?

Seguí las instrucciones correctamente, solo un detalle me hace pensar en que tal vez no debí confiarme, y es que el día en que Tino y yo nos reencontramos después de discutir en su apartamento no usamos protección, ni siquiera considere la píldora de emergencia como en nuestra primera vez y empecé con el tratamiento algunas semanas después de aquel día. Antes no había sido muy regular en mi ciclo y tengo casi la certeza de que debe tratarse de eso, mas no puedo evitar ponerme mal al imaginar otro escenario.

- No quiero decirle nada a Tino aun – ella insiste en que lo haga pero es muy pronto para descartar algo, además, no sé cómo vaya a tomarlo, es evidente que cuando le jugué aquella broma su reacción no fue de alegría, y para quien lo seria, ni yo tan siquiera sabría que hacer menos a puertas de iniciar la universidad la semana entrante. No debí tomar con ligereza el asunto de Linny y ahora estoy pagando por haberme burlado de ello.

- Es obvio que será un fuerte golpe para todos, a pesar de eso yo creo que Tino sabrá que hacer y cómo responderte, no va a dejarte sola sabiendo que esperas un hijo suyo.

Termino llorando con evidente desconsuelo ante la incertidumbre que se avecina.

- Va a pensar que lo hice a propósito, que tal vez me embarace para retenerlo, Liz yo tuve la culpa, hice que también se confiara.

- Oye, ya deja el drama, ambos son responsables, ¿o tú lo tomaste a la fuerza? – vacila para aliviar la tensión en el ambiente.

Para ella mi situación le resultaba divertida, hasta empezaba a buscar nombres para bebes y se regocijaba con el hecho de que sería tía. En cambio para mí todo se iba tornando gris, y eso que aún no me atrevía a hacerme la dichosa prueba, no me siento capaz para ver con mis propios ojos el resultado.

Si ya de por si mi relación con Valentino no sería bien recibida por la familia, no imagino tener que dar la noticia de que esperaríamos un bebe, eso definitivamente sería terrible. No puedo omitir los pormenores de la situación y el riesgo que conllevaría para el fruto de nuestro amor.

- Ahora entiendes mi temor, por uno u otro lado me siento completamente atrapada.

- Ya sé a qué te refieres, ¿crees que tu hijo nacerá como un mutante, o le faltara un brazo o una pierna porque tú y Tino son primos?

Que poca delicadeza para manejar esos temas tenía Elizabeth, es una completa chiflada, más aun en su locura tenía razón, sé que pueden existir probabilidades de que pueda suceder, no son altas pero ahí estaban, rondando mis pensamientos y atormentándome a cada momento.

- Háztela de una maldita vez, así estarás más tranquila.

Miro la caja de nuevo y la escondo bajo mi almohada al ver que Grazia llega.

- ¡Cómo está la cumpleañera! – saluda a Liz y empezamos a conversar sobre los planes para esta noche.

Hoy es el último día de agosto y no podíamos pasar por alto el hecho de despedir el verano con nada más y nada menos que el cumpleaños de Liz. Ethan ha reservado un box en una discoteca para celebrar, estamos todos invitados y aunque no es mi mejor momento no puedo fallarle, quizá salir y divertirme un poco ayude a que olvide lo que me sucede, además, hace mucho que Tino y yo no salimos juntos quiero estar con él, bailar con él y que sus ojos no se aparten de los míos mientras me dice que me ama; aun si la pesada de Antonella se cuele entre nosotros, eso sería más que seguro.

Mi Luna de Plata - PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora