Capítulo 25: Para siempre, sí.

2 0 0
                                    

Victoria D.

Qué difícil es mirar a la persona que amas junto a alguien más, no sé hasta dónde pudo haber llegado la relación de ambos y eso me tortura, quizá Tino la amo, aunque por un momento, y me temo que por su cercanía revivan recuerdos de su pasado. No me he atrevido a entrar en detalles con él, no debería hacerlo, sin embargo, me siento mal al verlo bailar con Antonella y como conversan entre ellos, ¿Qué se dirán?

- ¿Lo hiciste? – pregunta a mi lado Liz.

- No, aun no me atrevo – respondo con los nervios a mil.

Grazia se une a nuestra conversación y por supuesto dejamos el tema atrás, Liz sale a bailar con Ethan y en cuanto estamos a solas ella lanza toda su artillería contra mí.

- Aun estas enamorada de Tino, y no te atrevas a negarlo – su penetrante mirada me deja claro que se ha dado cuenta perfectamente de todo.

- ¡No!, de que hablas, claro que no – grito a la brevedad

- No seas mentirosa, solo dímelo.

Debí ser más discreta y no demostrar mis sentimientos al ver la escena, ahora todo está por irse al diablo.

- Grazia, yo... te juro que lo intente, pero no pude, perdóname.

Su firme mirada cae frente a mí, debe estar decepcionada por declarar que aún no he olvidado a su hermano, que siempre será él el amor de mi vida.

- Lo mantuvieron escondido todo este tiempo, ¿Cómo?, ¿cómo lo hicieron?

- Sé que te falle y estás en tu derecho de criticarme por lo que hice pero te pido que me entiendas...

No dice nada y eso me desespera aún más, fija a lo lejos la mirada en Tino y Antonella, luego vuelve a mí.

- ¿Cómo puedes soportar eso? – lo sé, es ridículo continuar así.

- Con mucha dificultad – digo consumida por la tristeza – Grazia si tus padres se enteran de esto van a hacer todo lo que este a su alcance para separarnos y ya no quiero eso, no me importa nada solo nuestro amor, por eso necesito que guardes esta confesión como tu mayor secreto, sé que no puedo obligarte a hacerlo, está en tus manos mi felicidad y te pido que lo entiendas.

Bebe un trago de licor para asimilarlo, confío en que su corazón le dicte que es lo correcto, ella conoce nuestra historia y sabe del amor que aún nos tenemos.

- Aquel día cuando no llegaste a dormir, ¿fue él con quien pasaste la noche?

Ella me confío sus más íntimos secretos y ahora era mi turno de devolvérselo, aunque esto me cause mucha vergüenza.

- Si, fue con él – queda sorprendida ante mi sinceridad – y no fue la única vez, sucedió antes de que nos enteráramos de la verdad.

Se levanta del sillón y la sigo para conocer cuál es su decisión.

- ¿A dónde vas? – pregunto con inquietud por saber si tenía intenciones de ir con Max o Minerva para contarles.

Su respuesta me deja algo confundida.

- A buscar también mi felicidad – dice sonriendo para luego abrazarme y darme un beso como símbolo de despedida.

Austin la intercepta invitándola a bailar, sin embargo es rechazado una vez más.

- No bailo con desconocidos – responde abriéndose paso desapareciendo en tan solo segundos.

Entiendo su gesto como una aprobación de su parte, ahora lo que me preocupa es que iba a hacer al respecto, ¿acaso buscara a Marco?, si es así no tenía motivos para decirle que no lo hiciera, no estoy en posición para detenerla, por eso, deseaba enormemente que ella también sea dichosa tal cual lo soy yo, a excepción de estos momentos claro.

Mi Luna de Plata - PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora