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El sol estaba comenzando a ponerse cuando finalmente llegamos a la casa de playa

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El sol estaba comenzando a ponerse cuando finalmente llegamos a la casa de playa. El viaje había sido largo, y lo único que podía pensar era en encontrar una cama y dormir por horas. Pero ahí estábamos, frente a esa casa de dos pisos, con la fachada desgastada por la sal y el viento. Los padres de Jin y Jisoo, siempre tan generosos, la habían dejado para que la usáramos durante este tipo de vacaciones cortas . Para ellos, era un lugar lleno de recuerdos felices, una especie de santuario. Para mí, era solo otro sitio en el que no quería estar.

Me sentía agotado. No solo físicamente, sino mentalmente, emocionalmente... Después de lo que había pasado en mi fiesta de cumpleaños, cada día se sentía como una batalla. La traición había sido como una bala que no vi venir, y el que la disparara fuera Jimin lo hacía aún más doloroso. Peor aún, Taehyung, mi mejor amigo, había estado involucrado.
Esto en realidad no parecía nada facil como pensaba , hoseok de vez en cuando me daba una mirada para analizar mi estado y yo solo fingía una sonrisa más . Que las cosas hiban mejor...

Y ni hablar de jisoo que ya tenía unas sospechas de mi actitud, se que ha notado mi estado pero me está dando tiempo para decírselo yo mismo.

—¡Vamos a conocer la casa! —La voz de Jimin me sacó de mis pensamientos. Su tono era ligero, despreocupado, como si no hubiera nada mal en el mundo. Como si no supiera lo que yo sabía. Lo vi sonreír, y me pregunté cómo era posible fingir tan bien. ¿Cómo podía actuar como si todo estuviera perfectamente normal?

—Estoy cansado —dije, mi voz arrastrada por el cansancio. No quería parecer frío, pero la energía para fingir ya no estaba en mí.

—Solo un rato, hyung. Será divertido. Quiero que veamos todo juntos, como antes. —Jimin me miró con esos ojos que, en otro tiempo, habrían sido suficientes para convencerme de cualquier cosa. Antes, cuando aún confiaba en él.

La ironía de la situación no pasaba desapercibida. Yo estaba cansado, no solo del viaje, sino de fingir. Fingir que todo estaba bien, fingir que no sabía lo que sabía. Pero ahí estaba Jimin, sonriendo, actuando como si el mundo no se estuviera desmoronando bajo nuestros pies. Y Taehyung, a su lado, participando en esta farsa que se había convertido en mi vida.

Suspiré profundamente, sabiendo que, si no aceptaba, los chicos empezarían a hacer preguntas. Y no tenía energía para enfrentarlos también.

—Está bien, solo un rato —cedí, más por evitar problemas que por verdadera voluntad de participar.

Entramos a la casa, y mientras Jin y Jisoo hablaban emocionados, mostrándonos cada rincón, yo caminaba detrás, arrastrando los pies. No podía concentrarme en las risas ni en las bromas. Mi mirada, una y otra vez, se dirigía hacia Jimin y Taehyung. Se hablaban entre susurros, intercambiaban sonrisas que ahora me parecían demasiado íntimas. Algo que antes hubiera visto como pura amistad ahora sabía que era por otra razón.

¿Era solo mi imaginación? ¿O realmente había algo más entre ellos? Me odiaba por dudar de ellos, pero después de lo que descubrí en mi fiesta de cumpleaños, no podía ver sus interacciones de la misma manera. Había un vacío en mí, una distancia creciente que ni siquiera el mar podría llenar.

Novio por Novio ¡★! KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora