Seducción II

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Pov Faye 🖤

De nuevo el día transcurrió lento, pero pude sobrellevarlo gracias a la bella religiosa de la que me encontraba enamorada. Dado que me mantuve atenta, ella fue consciente de que yo la observaba por lo que en varias ocasiones cruzamos miradas, esta ocasión ella ya no esquivaba la pequeña interacción que manteníamos secretamente e incluso me regaló un par de tímidas sonrisas. Yoko comenzó a ceder, sabía que faltaba poco y debía actuar rápido para no darle tiempo a que pudiera pensarlo y retroceder a nuestra obvia atracción.

Como veníamos haciendo anteriormente, tomamos el almuerzo juntas. Me encontraba eufórica interiormente de que Yoko no se mostrara asustada por mi declaración. Cuando terminamos nuestras comidas le pedí ir a caminar un rato, terminamos sentadas en uno de los jardines más alejados, lo que nos brindaba un poco de privacidad.

Sin disimulo por momentos me quedé viendo fijamente sus labios, causando en ella que los lamiera inconscientemente. Por lo cuál dificultaba mi autocontrol, necesitando tener cualquier tipo de contacto. Me atreví a tomarle la mano y entrelazar nuestros dedos, no hizo ninguna señal de querer alejarse y continuamos charlando amenamente. Así transcurrieron un par de días más y yo cada día ganaba más terreno con ella, si yo no tomaba iniciativa de tomar sus manos, ella lo hacía, constantemente nos sorprendíamos observándonos la una a la otra. Algunas veces mientras me cambiaba la ropa frente a ella la descubría mirándome, me encantaba sentirme deseada por ella, al fin de cuentas esa era la finalidad de todo lo que hacía.

Era domingo, nuestro día libre. Si queríamos podíamos salir a pasear al pueblo cerca de la congregación, Engfa me había invitado a salir e ir por unos tragos clandestinamente, tuve que declinar a su invitación, yo ya tenía otros planes y, sabiendo que Yoko no saldría, tenía que aprovechar esta oportunidad ya que casi todo mundo se marchaba. Necesitaba tiempo a solas con ella.

Preparamos el desayuno juntas y luego vimos una película mientras comíamos golosinas. Al finalizar, nos quedamos quietas viéndonos y sin ser del todo conscientes de lo que hacíamos, nos fuimos acercando poco a poco, tan solo faltaban un par de centímetros para eliminar la pequeña distancia cuando Yoko se levantó y dijo que tomaría una ducha. Me quedé sentada en el sillón pensando qué debía hacer, así que me levanté y me dirigí al cuarto. Me desvestí, me envolví en una toalla y caminé hacia la ducha, para mi fortuna no había puesto seguro a la puerta.

Entré en silencio, dejando caer la toalla al suelo, deslicé la puerta de la regadera haciendo que Yoko se sobresaltara por la sorpresa, nos encontramos desnudas frente a la otra contemplándonos en silencio. Desplacé la mirada por todo su perfecto cuerpo, por su parte ella copió mi acción sólo que con timidez. ¡Cielos! Adoraba eso de ella. Coloqué una mano sobre su mejilla haciendo que Yoko inclinara su rostro, apoyándolo contra mi mano aceptando la caricia.

―Dios, esto está tan mal Faye, ni siquiera debería permitir estos sentimientos que tengo por ti. Debí alejarme de ti mientras podía.

―Pero no lo hiciste y estoy agradecida por eso. Te amo, Yoko.

Me acerqué lentamente a ella y por fin pude saborear sus labios. El beso fue tímido, solo pequeñas caricias con nuestras bocas. Tomé su cadera y la pegué más a mi cuerpo, necesitando estar piel con piel con ella.

Entonces profundicé el beso con la seguridad de que Yoko no me rechazaría. Entrelazó sus brazos en mi cuello, con ambas manos acaricié su desnuda espalda provocando que su piel se erizara. Desplacé las manos por su suave cuerpo hasta llegar a sus cálidos senos, acariciándolos con delicadeza y con el pulgar estimulé su erguido pezón desatando un gemido suave de ella.

―Faye ―dirigí mi boca a su cuello dónde, incluso con el agua, el olor a rosas no se extinguió. Dejándome llevar enterré mis dientes en su piel, la bella mujer entre mis brazos apretó mi cabellera en señal de que lo estaba disfrutándolo al igual que yo.

Mojada | FayeYokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora