Capítulo 23

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Justo cuando pienso que mi compañera no puede sorprenderme más, ella trae con algo nuevo. 

-Así que, Sasuke-, me llama, acercándose sigilosamente mientras regreso con mis hombres y un dvisti nuevo y fresco para que los humanos la conviertan en comida incomible. -¿Podemos hablar por un minuto?-

Los otros hombres me disparan mi mirada de envidia mientras mi compañera me toca el brazo y mi khui comienza a tararear. Uno de los hombres también resonó antes pero ninguno dio un paso adelante. No los culpo. Con los humanos indecisos sobre si se quedarán o se irán, un pensamiento que es como un cuchillo en el estómago, nadie está seguro de cómo actuar. Pero Sakura me da una sonrisa alentadora y me hace a un lado. La mano se dirige hacia mi pecho, la sostengo contra mi zumbido khui. 

-Tengo buenas noticias y malas noticias. ¿Cuál quieres primero?-

-¿Hay malas noticias?- Estoy asombrado. El impulso de agarrar a mi compañera y huir con ella me golpea como una cosa palpable. -Si es malo, debes decirme ahora. No puedo soportarlo-. Se ve un poco alarmada por mi respuesta. 

-Es una burla humana, Sasuke-, me dice ella. -No te enojes tanto, no sé si son malas noticias tanto como noticias sorprendentes-. Exhalo lentamente. 

-Estoy listo-

-La buena noticia es que nos quedamos-, me dice con una pequeña sonrisa en sus labios. -Hablamos y votamos-. No sé qué fue lo que votó pero las palabras que dice me llenan de alegría. La apretujo contra mí, presionando mis labios contra los de ella. Ella se crispa y una risa feliz se escapa de ella. Luego, me abraza el cuello y me devuelve el beso, por un momento nada existe fuera de mi Sakura y su dulce y suave boca. 

-Mi resonancia,- murmuro entre besos. 

-Me llenas de alegría.- Rompe el beso, y hay una expresión de preocupación en su extraña y suave cara. 

-Puede que no te guste lo que tengo que decir-. Quiero decirle que nada más importa. No mientras ella esté conmigo pero hay tanta ansiedad en sus extraños ojos que reprimo las palabras. 

-¿Qué es eso?-

-Tus hombres están aquí para rescatar a cinco mujeres,- dice, sus dedos juguetean con los cordones de mi chaleco. Ella no me mirará a los ojos. -Pero hay seis más de nosotras. Hibernando.-

Estudio a Sakura por un largo momento. Sus palabras no tienen sentido. Quizás todavía no ha entendido todo nuestro idioma. 

-La palabra que dices significa... ¿Dormido? ¿Te refieres a algo más?-

-No, me refiero a hibernar-, dice otra vez. Su mano más pequeña agarra la mía, y ella tira de mí hacia la pared con los paneles extraños y las luces, al igual que en la cueva de nuestros mayores. Cuando llegamos a la pared, ella lo toca con la mano. 

-Están durmiendo aquí y no tienen idea de lo que está pasando-. Estoy asombrado. -¿Dormido en las paredes de tu cueva?-

-Sí- me dice, con expresión triste. -Tuvimos miedo de despertarlas.- Ella me cuenta una increíble historia de que la sacaron de su casa mientras dormía y se encontró en el vientre de la nave-cueva. 

-Somos las extras. Estas en la pared son la carga original.- No entiendo sus palabras, pero entiendo lo que ella me está diciendo. -Tus números son dos veces más de lo que parecen-. 

-Espero que no estés enojado- Su rostro está preocupado. ¿Enojado? Estoy extático. El hecho de que haya cinco mujeres que sean jóvenes, sanas y capaces de emparejarse parece un regalo de los dioses. Seis más es una recompensa impensable. Quiero presionar a Sakura contra mí y aplastarla en un abrazo por salvar a mi tribu de lo que parece una destrucción segura. En cambio, debo mantener la calma. 

Conquistada Por Un Bárbaro, En Un Planeta HeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora