Capítulo 6

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Paso una semana entera en la que Tristain festejó su contundente victoria en contra del primer gran ataque de Albión sobre ellos, una batalla donde toda la armada de este último se vio comprometida y completamente acabada.

Pese a esto, el reino de Tristain no podía darse el lujo de proclamarse como vencedor. La guerra continuará y deben prepararse.

Por eso hoy, el reino entero celebraría con alegría y agradecimiento por la futura coronación de la que antaño era la princesa de todos.

El último gran símbolo que las tropas y el pueblo necesitaban para levantarse en contra de los invasores.

Por otro lado, en otro lugar muy lejos del festejo y el gozo, se encuentra la prisión de Tristain, un monumental calabozo donde las peores parias de la sociedad son arrojadas en espera de que sufran en una celda en completa soledad solo hasta que la divina compasión de la muerte natural los reclame.

Y en una de las multitud de celdas, un hombre masacrado y derrotado se encontraba sentado, con vendajes cubriendo sus terribles heridas luego de ser aprisionado por sus tan odiados enemigos.

Ahora, el antaño rey de la devastada 'reconquista' no podía encontrarse más asolado. Lo había perdido prácticamente todo, su fama, sus seguidores, su poder y su título; más sin que este pudiera percatarse debido a su nueva condición de recluso, una figura oscura y tétrica había arribado en la oscura prisión.

Moviéndose con sigilo y velocidad, como si la oscuridad fuera parte de él hasta dar con la celda del recluso buscado.

Así, con dos fuertes y contundentes golpes, la figura llamó al hombre destrozado que sin ganas levantó ligeramente la mirada.

"¿Llegó la hora de comer?" Pregunto este un tanto más optimista.
"¿Puede ser posible que con la coronación un prisionero como yo tenga la oportunidad de comer una buena comida?"

"Eso ya no es posible para ti Cromwell..." Dictó una voz masculina distorsionada que vagamente el hombre reconoció.

"¡Tu eres...!" Exclamó este mientras se lanzaba a la puerta de acero con una vaga esperanza.

"Cromwell..." La voz volvió a hablar. "Sabes... tal vez morir en la explosión debió ser más un alivio... el anillo de Andvari se perdió... lo tienen esas mocosas... por suerte, la magia del antiguo gigante la supera con creces..." Continuó la sombra al levantar una mano decrépita a la vista del otro hombre.

"Que te paso... ¡No, espera, aún puedo ser de utilidad!" Gritó Cromwell aún más desesperado ante la clara frialdad de parte del ente.
"¡No se como lo hiciste, pero estoy seguro de que-...!"

"Shhhhh.... No gastes saliva pequeño... "Dijo el hombre al momento de que este arrancaba la puerta desde sus bisagras con una fuerza sobrenatural, antes de arrojarla a un lado, revelando un brazo cubierto por unas raíces negras y desgarradoras, que recorren la superficie de la piel como arterias.

"No, no, no... ¡Espera!" Gritó Cromwell al momento en que caía de espalda ante su torpeza al no tener brazo y un ojo.
"¡Por favor no!"

"Shhhh... calla pequeña polilla... solo duerme y sirve a aquel que devorara el mundo..." Al momento en que dictó esas palabras,de su mano izquierda reveló un cruento y afilado gancho para carne oxidado y cubierto por esas espinas y raíces mortuorias.

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⏰ Última actualización: Aug 21 ⏰

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Libro 2: Zero No Tsukaima El Dragón Extinción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora