Capítulo 5

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Tres rugidos tan estruendosos y furiosos fueron los que dieron comienzo a esta última escaramuza.

Con el Deviljho que rugía con la fuerza de un volcán en erupción al instante que este se abalanzaba en contra de sus dos rivales monstruosos, lanzándose en una brutal embestida directa sobre el dragón extinción una vez más. Siendo recibido por un Nergigante que no retrocedió, manteniéndose firme ante el colosal impactó que hizo retumbar la tierra.

Sin embargo y antes de que Deviljho intentara cualquier cosa al aprovechar la corta distancia con su enemigo; otro titánico cuerpo llegó desde su punto ciego, impactando de manera brutal en su contra al toque que la Lunastra se cernía sobre el cuerpo de un monstruoso devorador cada vez más furioso. Y sin perder un solo segundo, las chispas comenzaron a tronar y traquetear en la mandíbula de la titán antes de que de esta, una poderosa llamarada con tintes celestes se desatara sobre la maza de un desprotegido Deviljho. Destrozando el cuerpo de un ya muy dañado Wyvern bruto, y masacrando aún más un campo de batalla ya hace mucho tiempo devastado.

No obstante, el Wyvern violento aún no estaba derrotado, y con una poderosa sacudida este lo demostró, alejando a la Lunastra de su lomo que ahora relucía como un ardiente y brillante rubí escarlata.
Con el devorador que finalmente había tenido suficiente, demostrándolo con otro rugido que reflejaba una última ira primordial como ninguna otra; junto a esto, la gran cantidad de heridas en toda la extensión de su cuerpo empezaron a abrirse una vez más, derramando sangre a montones y provocando un dolor inconmensurable que junto a su ira era resaltada con la plaga draco que había impregnado todo su ser iracundo.

En respuesta a este desafío, la emperatriz de la llama haciendo alusión a su apodo, comenzó a prenderse en una llamarada tan poderosa que dejó perplejo al ejército presente al mismo instante que se extendía por todo el campo de batalla como un maremoto de llamas que calentaban el ambiente.

La pelea había escalado a niveles más allá de los dragones comunes a los ojos de todos, sobretodo para los más jóvenes.

Más pronto que nunca, la brutal contienda dio su último grito de guerra al instante que el potente elemento draco estallaba en la mandíbula del Deviljho y las llamas de la misma Lunastra se concentraban hasta explotar igualmente; con ambos poderes que chocaron entre sí.

El grado de poder en ambas llamaradas fue tal, que el mismo ambiente se detuvo a su alrededor, con el dúo de poderes en sincronía absoluta, intentando decidir quién sometería al contrarío. Con ambos seres que no cedían ante nada con tal de demostrar su dominio, hasta que finalmente ninguna potencia lo consiguió, liberando una cantidad de energía inconmensurable sobre el lugar en la forma de una explosión masiva que alejó de inmediato a ambos titanes.

Tanto el Deviljho como la Lunastra terminaron por derrapar sobre el terreno, con el wyvern bruto notoriamente cansado y mal herido; no obstante, increíblemente necio ante tan desfavorable situación.
Rugiendo desafiante a la emperatriz que correspondió con uno propio, más este lapso de distracción fue aprovechado por cierto dragón espinoso, que con la fuerza de mil locomotoras embistió con brutalidad el costado del monstruo más grande, encarnando en sus heridas ya de por si grandes, sus poderosas espinas que atravesaron su gruesa carne con fuerza, sacándole un doloroso rugido.

Mas el wyvern bruto no se sometió, lanzando una feroz mordida sobre el lomo del Nergigante, intentando atravesar sus gruesas escamas con nada más que su masiva fuerza bruta.

No obstante, la poderosa Lunastra no cedió terreno, lanzándose sobre el Deviljho y abrumando su descamado cuerpo con una poderosa llamarada de fuego celestial que lo derribó al fin.
Y para evitar que se volviera a reincorporar, el dragón extinción saltó con fuerza sobre su vientre, manteniéndolo sometido con sus poderosas garras y masa corporal, dejando la vía abierta para que la Lunastra desatara una última pero poderosa ráfaga de fuego explosivo que asoló y calentó el cuerpo ya mal herido del devorador del mundo hasta que su último aliento en estas tierras llegó.

Libro 2: Zero No Tsukaima El Dragón Extinción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora