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-"No pense que Spreen fuera así."- comentaba Cellbit mientras se quedaba pensando.

-"Yo tampoco."-

Se quedaron callados unos segundos hasta que Cellbit volvió a hablar.

-"Pero ahora ya lo confrontaste. Supongo que superaste cierta parte de el trauma."-

-"Si, eso creo..."- Roier no estaba seguro, aún tenía en su mente aquello que le había dicho el de cabello negro el dia anterior.

Ambos ya relajados decidieron ir a dormir, pues ya eran altas horas de la noche.

Durante los siguientes días ambos olvidaron el asunto de Spreen, incluso parecía que a Cellbit ni siquiera le habían dicho. Una tarde les informaron de una fiesta para una degustación de vinos. Roier no era el tipo de persona al que le agradara pero a Cellbit le encantaban, pues uno de sus hobbies era el catar vinos, cosas que a Roier le parecía una excusa para ocultar que amaba tomar.

-"No quiero ir. No me gusta el vino."-

-"Guapito, van a haber muchos tipos. Seguro habrá unos que te guste."- Dijo mientras se arreglaba. -"Además de que es obligatorio de que vayamos. La fórmula uno nos quiere en ese evento."-

Ambos salieron y tomaron el carro que les habían enviado. Ya ahí los recibieron con un vino añejo para comenzar. A Cellbit le encantó pero Roier casi lo escupe, para el era tan amargo. Buscaron unos asientos cerca de sus amigos. Cuando los encontraron se sentaron junto a ellos para comenzar a comer y degustar. Muchos de sus amigos los tomaban gustosos pero Roier seguía sin encontrar uno que se verdad le agradara. Solo tomaba un trago y se lo regalaba a Cellbit. Pasados unas copas les llegó un vino mexicano de frambuesa. Apenas lo olió supo que le gustaría. Tomo un trago y sonrió al ver que de verdad era muy agradable. Cellbit al ver como era el único vino que le gustó le regaló su copa. Después de varios vinos más de alto número de alcohol ya estaban algo borrachos. El calor de el lugar les comenzaba a afectar, sobre todo a Cellbit quien se abrió ligeramente la camisa, Roier no paraba de verlo con ganas de meter las manos y tocar.

Antes de irse compro varias botellas de aquel vino de frambuesa que tanto le había gustado. De camino al hotel Cellbit estaba muy cariñoso con Roier, lo abrazaba y a veces daba besos en la mejilla. Roier puso su mano en la pierna de su compañero y la movió hasta casi llegar a su entrepierna, su tensión sexual aumentó debido a esto y ambos la sentían la necesidad de ya llegar a casa para hacer algo más. Cuando el carro los dejo en el hotel ellos subieron casi corriendo y apenas entraron comenzaron a besarse desesperadamente en busca de el calor de el otro. Roier trato de dejar las botellas en una mesa pero le fue imposible así que las tuvo que llevar a la habitación. Se separaron por la falta de aire, aprovecharon para desnudarse. Cuando solo estaban en ropa interior se volvieron a besar y cuando Roier no se dió cuenta, Cellbit había sacado ambos miembros y los frotaba entre ellos causando un gran placer en ambos. Con su mano libre, Cellbit le quitó la botella de vino a Roier y tomo un trago para luego besarlo y pasarle el líquido. Roier lo trago y cuando se separaron por falta de aire se re-lamio el labio, pues aquel beso había tenido un sabor tan dulce. Roier se alejo y empujo a Cellbit a la cama y tomo la botella para tirar un poco de el líquido en su pecho y torzo. Se sentó en su entrepierna y comenzó a lamer su pecho para tomar ese dulce líquido. Se dirigió a sus pezones y los comenzó a morder y chupar, Cellbit jadeaba y gruñia de el dolor y el placer. Roier se separó dejándolos muy hinchados y siguio su camino lamiendo aquel líquido rojo dejando marcas. Se bajó de el y le abrió las piernas con suavidad para luego meter un dedo en la entrada de el brasileño, este solo un gemido grave y se movió un poco buscando acostumbrarse. Roier no sabía mucho de preparar a alguien así que saco su dedo y se puso el condon para luego meter su miembro en la entrada de Cellbit. Este se había sostenido de su brazo y al sentirlo en su cavidad rasguño si brazo.

-"¡Carajho guapito!"- Se quejo de el dolor que sintió.

-"Seré cuidadoso."- Decía concentrado mientras estaba esperando a que Cellbit se acostumbrara.

Cuando por fin ambos estaban bien Roier comenzó a moverse embistiendo de forma algo ruda. Tomo de nuevo la botella y volvió a tirar líquido sobre Cellbit,recorría su lengua en todo su pecho. Tomo su cara con una mano y lo beso de forma romántica.

Después de unas embestidas más Roier se corrió al igual que Cellbit. Salió de el y se acostó a su lado para besar su frente.

-"Te amo guapito."-

Roier se quedó callado, hasta ahora no había pensando que Cellbit lo amara, pensaba más bien que lo que tenían era profesional y sexual, no pensó que fuera más haya de eso. Hizo como su no hubiera escuchado y se quedó dormido. A Cellbit le dolió que no le correspondieran el te amo pero lo tomo con calma.

-"Buenas noches, Roier."-

Y también se quedó profundamente dormido.






Hasta aquí el capítulo de hoy.  Me quedé sin inspiración pero ya me urgía actualizar. Disculpen que sea corto. Linda noche mis lectores.

Shut up and Drive [Guapoduo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora