Hanna se sintió como si el suelo se hubiera desvanecido bajo sus pies,la revelación la golpeó como un rayo en una noche tormentosa. El hombre que intentó abusar de ella,que convirtió sus sueños en pesadillas era su padre.
¿Por qué?Eso se preguntaba hanna por qué no entendía cómo alguien podría intentar abusar de su propia hija. Sus ojos se abrieron de par en par, como si tratase de escapar de la verdad,su mente se negaba a aceptar la realidad,pero su corazón ya lo sabía.
El dolor y la confusión se entrelazaban en su pecho,como una madeja de espinas.
Su padre,El hombre que debió amarla,El hombre que debió protegerla,era el mismo que había intentado destruir su inocencia.
Un grito silencioso se formó en su garganta,pero no pudo escapar.Las palabras se atascaron en su mente,como si estuvieran atrapadas en una red de miedo y dolor pero sobre todo coraje, Hanna se sintió atrapada en una pesadilla de la que no podría escapar.
El sonido de las olas en el mar logro tranquilizarla de cierta forma aunque su mente fuera un completo lío.
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Mientras que en otra parte Dimitrio caminaba adolorido después de la golpiza que le habían propinado ,no le dió de otra que pedir más tiempo,sabía que su padre lo mataría si se enterara.
¿Le preocupaba?un poco pero no le quitaba el sueño,ya pensaría en algo.
El viento chocaba con violencia contra su cuerpo a medida que se acercaba al mar,tuvo un presentimiento extraño al llegar ahí,pero pensó que solo sería por la oscura noche y las olas violentas.
Pero en eso la vio,una figura solitaria a la distancia, Hanna estaba sentada en la arena,con la cabeza entre las manos y los hombros sacudidos por sollozos.Dimitrio frunció el ceño,intrigado por aquella chica de cabello rubio.
Se acercó a ella sigilosamente,sin saber por qué le atraía o afligia tanto,cuando estuvo detrás de ella carraspeó haciendo que la rubia se sobresaltara y volteara sorprendida.
——Hola.
Se sintió estúpido,la rubia era una hermosa mujer y a el solo se le ocurría decir ¿Hola?aparte de que la había asustado y eso lo puso aún más nervioso.
—¿Hola?—lo miró con el ceño fruncido y se levantó sacudiendo su pantalón lleno de arena.
Se sentía muy nervioso,nunca se había sentido de esa forma, los ojos verdes esmeralda de la rubia frente a el lo analizaron de arriba a abajo sin disimuló.
