La Casa del Otro Lado

Capítulo I

Nunca pensé que mudarme a un lugar nuevo podría sentirme tan… inquietante. La primera noche en Darkvale, el silencio era tan profundo que podía escuchar el latido de mi propio corazón. No estaba acostumbrada a esta calma absoluta, a este vacío que parecía respirar con cada ráfaga de viento.

Darkvale era conocido por tener una historia tenebrosa, o eso me contaban en mi infancia, historias para poder dormir, pero en lugar de dormir me dejaban pensando toda la noche.

La casa en la que me encontraba tenía una presencia antigua, como si cada pared estuviera cargada de recuerdos que no estaba dispuesta a compartir. A través de la ventana del salón, observaba la muralla de piedra que se alzaba frente a mi jardín, alta y sombría. Era un muro de secretos, o al menos así lo sentía yo. El portón de hierro forjado en su base parecía prometer una entrada a otro mundo, uno al que no tenía acceso.

Era temprano en la mañana cuando decidí salir al jardín. El sol estaba saliendo, tiñendo el cielo de tonos dorados, pero el aire aún mantenía el frescor de la noche. Mientras trabajaba en el jardín, luchando contra la maleza y preparando el terreno para algunas plantas que había traído conmigo, me sentía observada, como si los árboles alrededor susurraran historias a mis espaldas.

Fue en ese momento, con la tierra en mis manos y la vista fija en el muro del frente, que un sonido leve y agudo me hizo levantar la cabeza. Miré al cielo y vi un pequeño dron negro flotando sobre mi jardín. Su zumbido era casi imperceptible, pero lo suficientemente claro como para que me diera cuenta de que no estaba sola.

¿Quién sería tan curioso para vigilar mi jardín con un dron?

La presencia de ese dron me hizo sentir incómoda, pero antes de que pudiera pensar demasiado en ello, una voz joven y animada me sacó de mis pensamientos. Me giré y vi a una chica de mi edad asomada a través de los huecos de la valla. Sus ojos brillaban con curiosidad y su sonrisa era sincera.

—¡Hola! —dijo con un tono alegre—. ¿Eres nueva en el pueblo?

Me acerqué a la valla, sintiendo que el diálogo era una distracción bienvenida del enigma del dron.

—Sí, me mudé hace poco. Soy Elara Sterling.

—Soy Lyra Drake. Encantada de conocerte, Elara. —Lyra se inclinó ligeramente hacia la valla, como si quisiera acercarse más—. ¿Cómo te está yendo en tu nueva casa?

Me reí suavemente. —Es un poco abrumador. Hay mucho por hacer y el lugar tiene una atmósfera… abrumadora.

Lyra frunció el ceño, pareciendo entender más de lo que yo había dicho.

—Sí, Darkvale tiene esa forma de ser. Es un lugar con muchas historias y secretos. A veces la gente aquí se siente como si estuviera atrapada entre el pasado y el presente.

—¿Secretos? —pregunté, interesada. La idea de que el pueblo estuviera lleno de misterios me atraía más que la simple mudanza.

Lyra asintió, su expresión se volvía más seria. —La muralla que ves al frente es famosa por eso. La casa del otro lado es muy... reservada. Nadie sabe mucho sobre la familia que vive allí. Se rumorea que el hijo mayor de la familia Wexler es algo peculiar, aunque nadie en el pueblo lo ha visto de cerca.

Mi mente se volcó hacia la casa al otro lado de la muralla. El dron que había visto sobrevolar mi jardín parecía estar relacionado con ese misterio.

—¿Y qué hay de ese dron? Lo he visto volar sobre mi jardín. ¿Es algo común aquí?

Lyra parecía intrigada. —No, no es común. Es extraño. Quizás el hijo de los Wexler esté interesado en ti o en tu llegada. Esa familia tiene fama de ser bastante reservada y a veces sus curiosidades se manifiestan de maneras inusuales.

La conversación continuó mientras Lyra me contaba más sobre el pueblo y sus leyendas. La sensación de estar en un lugar lleno de misterios se asentó en mí, y con cada palabra, el enigma de la casa al otro lado de la muralla se hacía más fuerte.

Cuando la tarde llegó y la luz dorada del sol comenzaba a desvanecerse, Lyra se despidió. Me quedé sola en el jardín, con el sonido lejano del dron aún resonando en mi mente. La muralla, alta y silenciosa, parecía ahora menos un simple muro y más una barrera entre mi vida actual y un mundo lleno de secretos.

Esa noche, al acostarme en mi nueva casa, el eco de las historias de Lyra y el misterio del dron me mantuvieron despierta. Me preguntaba qué más podría esconder Darkvale y qué revelaciones aguardaban al otro lado de la muralla.