3

7 2 0
                                    

El reloj marca las 10:30 AM. Me despierto lentamente, estiro los brazos y me desperezo. Me quedo unos minutos más en la cama, disfrutando de mi día libre.

—Dios,al fin un día libre. Para tomarme un día para hacer todo

Me levanto de la cama y camino hacia la sala. Enciendo la televisión y me acomodo en el sofá.

Después de un rato viendo televisión, decido ir al baño. Me levanto, voy al baño y cierro la puerta. Se escuchan sonidos de agua y luego el sonido de la ducha

Salgo del baño envuelta en una toalla, me seco y me visto con ropa cómoda. Me dirijo a la cocina.

—Creo que primero necesito un buen desayuno antes de empezar a limpiar.

Voy a la cocina y preparo un desayuno sencillo. Después de comer, me siento más energizada y lista para limpiar.

—¡A poner algo de música!

Pongo música en el parlante y empiezo a limpiar. La música me ayuda a mantenerme animada mientras limpio cada rincón de la casa.

Llevo un buen rato limpiando cuando escucho que tocan la puerta. Me detengo y voy a abrir. Al abrir, veo al cartero con un paquete en la mano. Lo miro, confundida.

—Eh? Hola?Creo que se ha equivocado.


—¿Usted es Daiana Miller?

Asiento, aunque sigo dudosa. Firmo y tomo el paquete. Entro a la casa y lo abro. Dentro, encuentro el vestido que me gustó tanto y una carta que dice: "Una bella donna merita di indossare questo vestito". Me quedo en shock, recordando al hombre de los ojos esmeralda.

—Este vestido cuesta una fortuna...

Tomo mi teléfono y llamo a mi mejor amiga, Adela. Ella contesta al tercer tono.


—¡Hola, Dai! ¿Cómo va tu día libre?


—Adela, tienes que escuchar esto... Acabo de recibir un paquete con un vestido carísimo y una carta que dice: "Una bella donna merita di indossare questo vestito"

—¡¿qué!?, Sabes quien te lo envío?


—Recuerdo al hombre que me lo dijo en una tienda. Estaba viendo el vestido en el escaparate, era un hombre alto, serio, con unos ojos esmeraldas que nunca olvidaré. Me miró y dijo esa frase. Fue extraño y ahora esto...


—Ni Voldemort llegó a tanto con Harry.¿Qué piensas hacer?


—suelto una pequeña risa nerviosa—No sé. Me pone nerviosa que alguien gaste tanto dinero en un vestido para mí. ¿Podrías venir a recogerme? Quiero devolverlo a la tienda. Todo esto me parece muy extraño.


—Claro, paso por ti en veinte minutos. Espérame.


—Gracias, Adela. Te veo en un rato.

Me visto y espero a Adela. Cuando llega, bajo con la caja y la subo al auto. Miro a Adela y suspiro.

—Hola belleza,¿cómo estás ?,desde ayer te vi muy decaída. ¿Es por tu mamá ? Como está ?

—No muy bien. El tratamiento es carísimo. Estoy tratando de juntar el dinero, pero cada vez se hace más difícil. En la cafetería están dejando más propinas, pero aún así es casi imposible.


—¿Intentaste en el banco?


—Sí, pero ningún banco quiere darme un préstamo. No gano lo suficiente para calificar.

—Oye, ¿y lo del club? ¿Lo pensaste?

—Desvió la mirada—No sé, Adela. No estoy segura si eso es para mí.

AbelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora