Un chico de una familia de magos es invitado a la escuela de hechicería Hogwarts, pero durante el camino conoce a alguien que cambiará sus planes
Una historia inspirada en Harry Potter, pero no tiene que ver con la historia de las pelis los libros
Se encontraba una jovencita algo nerviosa, viendo a todos lados, buscando por algo o alguien, mientras ella daba vueltas, desde las habitaciones de las chicas salió Eris Black, alumna perteneciente a la casa.
Ella inmediatamente noto a la joven, era una amiga de Eris, o de las pocas a las que ellas consideraba "dignas" de juntarse con ella.
Eris: Romina! te pedí hace veinte minutos que me trajeras exactos que me trajeras el libro que te pedí! ¿quieres explicarme donde estabas?
Romina: perdón Eris, es que... fui por algo de beber ¿quieres?
Eris: ¿en serio crees que una estúpida bebida me hará cambiar de humor?
Ambas chicas se miraron fijamente, Eris con una mirada enojada y Romina con una mirada bastante nerviosa.
Eris: bien! pero mas te vale traer el libro que te pedí! *Eris agarra el vaso con la bebida y empieza a tomar* huh? que es esto? sabe bien.
Mientras Eris bebía Romina sonreía con malicia en su rostro.
Eris: eh? que miras idiota!? ve por el libro!
Romina rápidamente se fue de la casa pero en vez de ir a la biblioteca fue al patio de Hogwarts donde la esperaban Mathew y Larisa, por otro lado Eris se había acabado la bebida que le dio su "amiga" Romina y volvió a la habitación de su casa.
(dos semana después en la casa Slytherin)
Se encontraban algunas alumnas hablando en los dormitorios, algunas estaban hablando de lo suyo, aunque otras estaban centradas en otra cosa.
Alumna A: oye... ¿has notado algo raro en Eris Black?
Alumna B: *de forma sarcástica* no, para nada...
A su lado se encontraba la alumna Eris Black, pero con un cambio bastante drástico en ella, desde hace unas semanas la joven había presentado varios cambios en su cuerpo, no de la forma que uno pensaría.
En tan solo dos semanas Eris se había vuelto una completa gorda, su pelo había crecido también, al parecer se había olvidado de eso por estar ocupada comiendo, su panza era enorme y colgaba hasta sus rodillas, sus muslos eran mas grandes que su abdomen de cuando era delgada, sus piernas en si eran bastante obesas, sus pies se veían hinchados, sus brazos eran enormes, sus pechos eran mas grande que su cabeza y ahora tenia una papada tan grande que apenas se podía ver su cuello.
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Se vestía con la única ropa que le quedaba, su tamaño ya había roto camisas, faldas y chaquetas, todos los alumnos habían notado su gran aumento de peso, como cada vez se comía pequeños banquetes ella sola mientras pensaba que nadie se daba cuenta, como se quedaba sin energías y tenia que tomas pequeños descansos para seguir caminando, también como tenia que tener a alguien cerca para ayudarla a levantarse.
