Mi Rosa Roja ⁓ GeminiFourth ⁓ PondPhuwin

Capítulo 35~Todo o nada

Había pasado más de una semana desde aquello. Todavía se siente extraño pensarlo, recordar cómo se sintió su mano dura y de cayos por los años de acrobacias como una experta que apretaba y se movía. Y es que no solo era como él me tocaba, ni como me gustó tocarlo a él aunque al principio me negara, es que en sí, Gemini, me estaba volviendo loco en el mejor de los sentidos.

Me gusta su rostro, me gusta su voz, me gusta su cuerpo, me gusta cuando sonríe, cuando ríe, cuando está serio, sus mejillas rojas, sus ojos almendrados, sus rosas grabadas de por vida en su piel que también adoro, su baile, su actuar... Él en sí ahora mismo parando y buscando aire ansioso y agitado, sus fuertes bocanadas de aire reinando la sala y su pelo empapado en sudor pegado a su frente.

-Gemini, eso ha sido increíble. -La voz de P' Aof me sacó de mis pensamientos pecaminosos. -Has creado al personaje perfecto para ser el interés romántico de Fourth en el corto. El trailer ya lo dejaba claro, pero que sepas que eres el actor escogido para el papel. -El hombre se marchó, dejándonos a ambos solos. Gemini se giró hacia mí con una enorme sonrisa de victoria que mostraba su auto orgullo.

-Enhorabuena, Gem. Has logrado, tal vez interpretar a un mudo, pero ser un actor en la GMMTV. -Le dije sonriendo, sentía mis ojos hacerse más pequeños por tanto sonreír. El pequeño grito que Gemini dio como respuesta me provocó una risa enamorada. Porque así son las cosas, cuando hasta lo más mínimo de alguien te gusta es que estás enamorado.

Abracé su cuerpo junto al mío cuando llegó para darme un beso corto en los labios, yo se lo devolví, él me dio otro, yo le seguí el juego. Finalmente pareciera que ambos queríamos más, como estaba pasando últimamente, nuestros besos se hicieron más profundos y se alargaron hasta ser uno continuado y excitante. Fueron varios minutos así hasta que deseé probar más de su piel. Bajé mis besos por su barbilla, haciendo con ellos caricias en su mandíbula hasta llegar a su cuello perfectamente suave. Succioné sin poder resistir a dejar mis dientes clavados allí, sobre esa inocente rosa de color rosa.

-¿Quién es esa cosita inocente que marcó tu vida? -Murmuré cerca de su oído, su risita tierna me cautivó y llenó mis oídos.

-FotFot, ensayar. -Dijo seguro, con su dulcecita voz, a regañadientes asentí.

Porque había que grabar las escenas oficiales de nuestra historia de amor ficticia. Había que llevar a los fans la historia a la que él mismo le dio forma y nombre, la idea principal. Donde Jimin se luciría por primera vez ante todos, ante el mundo. Y yo, estaría junto a él.