Ecomoda; Betty x Daniel

capítulo 2

capítulo 2: en la oscuridad

El resto de la tarde, Beatriz estuvo sumida en sus pensamientos, como acostumbraba a estar desde hace tiempo. Antes fantaseaba con cosas que podrían ocurrirle, cosas irreales, ahora recordaba momentos con, el que fue por mucho tiempo su enemigo natural, Daniel Valencia; su novio y esposo.

Ella sabía que probablemente él, al igual que Armando, había estado con muchas mujeres y de un cuerpo envidiable, lo que llaman "90-60-90", que ella bien podría ser poca cosa en comparación a otras mujeres, quizá más deportistas, modelos, o corte estilo 'Patricia Fernández'. Sin embargo, no se sentía insegura. Daniel se encargaba todas las noches de hacerle saber cuanto la amaba y la deseaba.

Y es que eso la sorprendía, no lo que le decía, sino lo pasional que era a la hora de tocarla y hacerle el amor, aunque fuera bastante seguido. Era controlador, pero tierno para ella, dominante pero suave, apasionado y cada vez que se acostaban y sus cuerpos se convertían en uno solo, era como si fuera la primera vez de ambos. Beatriz no podía creer que eso siquiera pudiera ser cierto.

"Tan divino" dijo para si misma, escribiendo en su diario.

La vida me ha confirmado que no solo soy capaz de amar, sino de ser amada. Él es un hombre divino conmigo, me muestra facetas que nunca pensé verle. Han sido meses maravillosos, donde me reafirma su amor todos los días sin falta.

Aunque aun hay lados de él que desconozco, pareciera no querer hablarme de su pasado y la persona que era, contrario a mí que le he contado todas mis desgracias. A penas y me ha mencionado a sus padres, y algunos momentos con sus hermanas menores.

Huye de mí cuando el tema parece querer salir a la luz, sé que debo darle tiempo porque él siempre ha sido reservado con su intimidad y ahora su intimidad es mía, así como yo soy suya.

Seguiré esperando hasta que él quiera mostrarse, mientras disfruto de su compañía y lo conozco más y más.

"Sigue siendo un vampiro, escondiéndose en la oscuridad" dijo al aire, con una risa, mientras negaba con la cabeza y guardaba su diario en un cajón con llave.

-

Luego de guardar la carta aun sellada y con ello sus pensamientos, Daniel ordenó su escritorio para ir al taller de Hugo. Había pasado varios meses desde la última colección y ya otras competencias estaban sacando nuevos diseños, él no podía quedarse atrás, menos ahora en su gestión como presidente.

Apenas Hugo lo vio, dejó de hacer lo que estaba haciendo y se acerco a él, sonriéndole de forma coqueta, como acostumbraba.

"Miren a quién tenemos aquí, Dani Boy, dime una cosa, tú eres el que preside o el que me persigue" dijo insinuándose.

"Soy más bien, Hugo, el que te EXIGE que hagas los diseños para la próxima colección, estamos atrasados en el mercado" contestó de forma muy seria, cambiando el semblante del diseñador.

"Si no es uno, es el otro" reclamó con pesar  "Ustedes saben que necesito mínimo un mes para crear nuevos diseños, para que fluya la magia, para que entre la luz, y suelte mi creati-"

"Hugo" le interrumpió "Has estado meses sin trabajar, yo pensé que tu mente estaba fresca, o ¿es que tienes otros problemas personales? ¿de novios, tal vez?" preguntó extrañado, solo para mortificarlo.

"No" contestó luego de un largo silencio "Hemos estado de ututuy, es más, la pasamos bombi rebombi recorriendo el norte de Europa".

"Entonces, qué es lo que te impide diseñar ¿ya no fluye tu imaginación como antes?" quiso saber sin interés realmente.