capítulo 4

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capitulo 4: amante bandido


"Quiero que conozcas a mi pequeño Felipe, quiero" leía cuidadosamente en voz baja, hasta que el ruido de la puerta abriéndose la pilló por sorpresa, "Papá, me asustó" dijo con una mano en el pecho.

"Mija, no había ninguna secretaria y usted me dijo que el doctor Valencia me esperaba en presidencia" contestó don Hermes con su clásico tic.

"Sí papá, disculpe es que él tuvo que ir a almorzar con unos proveedores" informó mientras de forma disimulada guardaba el papel en el sobre.

"Y usted qué mija, qué estaba haciendo, no me diga que no va a ir a almorzar" le retó.

Betty alternó la mirada entre don Hermes y la carta, rápidamente la guardó en el cajón y le dio una sonrisa nerviosa a su padre.

"claro que sí papá, si quiere podemos almorzar juntos en vez de que quede aquí esperando al doctor, seguro no tarda en llegar"

Tomó a su papá del brazo y lo sacó de la oficina, llevándolo al local más cercano para comer algo, aunque su estómago se encontraba apretado con lo que había leído.

Qué clase de relación tenían Daniel y Camila ¿Acaso una como Armando y Marcela? aunque no se imaginaba al ejecutivo enamorado de joven, lo cierto es que podía esperar cualquier cosa de él, no se olvidaba de la clase de persona que era cuando llegó a Ecomoda, antes de enamorarse el uno del otro.

Ella recordaba que la hermana de Armando había sido exiliada a Suiza por haberse embarazado de un hombre de bajos recursos, y sin educación, ahora ponía en duda ese chisme de antaño, ¿Será que Daniel tiene que ver en todo esto? Esperaba que no, pero tampoco tenía la valentía de ir y decirle que había leído sus cosas personales, le tocaba aguantar y esperar que él le dijera que sucedía realmente.

La tarde en Ecomoda se hizo larga para todos, las secretarias tenían más trabajo de lo usual, Marcela se sentía ahogada compartiendo el mismo espacio que Armando; este estaba aun asimilando lo qué había escuchado de Betty y Daniel, aunque se había prometido no hostigarla, lo cierto es que no podía olvidarse de ella. Betty tenía su mente en lo que había encontrado, no podía concentrarse en los informes que tenía que revisar, y Valencia se encontraba escuchando la fascinante historia de  Lázaro Pinzón.

"Muy conmovedora la historia don Hermes, pero lo que quería hablar era sobre Terr-" Quiso cambiar el tema pero fue abruptamente interrumpido.

"Espérese doctor, tranquilo, no hay afán, esto es apenas el comienzo del negocio que montó el tío Lázaro Pinzón en el centro de Bogotá, y luego en el año 1977..."

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"Ay muchachas, es mi idea o la tarde se ha hecho larguísima" comentó Sandra haciendo un mohin.

"Sí chicas, lo bueno es que falta poco para irnos" le animó la secretaria de presidencia "Tengo unas ganas de llegar a mi casa, poner la tina.."

"Oiga Mariana" interrumpió Patricia "Tengo una duda, usted cuando se baña ¿es que tiñe el agua y luego queda café?" preguntó con burla.

"Peliteñida no sea bruta" saltó Sandra a defender a su amiga "Por lo menos nosotras tenemos agua"

"Por lo menos podemos llegar a nuestras casas contentas, qué tal esta"

"¡Ja!, No pues, las millonarias de Ecomoda"

"Qué pasa aquí" preguntó Marcela apareciendo de pronto con su bolso y las llaves de su carro "¿Otra vez peleando, Patricia?"

"No Marce, no, es que estás desgraciadas se están burlando de que no tengo luz en mi casa Marce" se defendió con un puchero.

Ecomoda; Betty x DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora