Entraron en la segunda habitación del pasillo luego de subir las escaleras hasta el segundo piso. La casa de los Jong contaba con tres pisos, un gran patio y un muy lindo jardín que daba para la calle. Era una casa moderna, la señora Jong hacía remodelaciones cada un año y la hacía lucir más elegante y sofisticada.
Los Jong son una familia pequeña de tres integrantes: el señor Jong y la señora Steicy de Jong. Jean es el único hijo producto del matrimonio. El señor Jong tiene una hermana menor que se casó con el hermano de la señora Steicy, su esposa.
Natani conoce la historia de esa familia incluso más que la suya. Desde que tiene uso de razón, su abuela y la familia Jong son vecinos. Su madre trabaja y vive en la capital y muy pocas veces llega de paseo, solo lo ha hecho un par de veces desde. Realmente a ella ya ni siquiera le interesa o afecta cómo antes.
La pelinegra volvió a la realidad cuando el aroma del perfume cítrico que usa diariamente Ashley inundó sus fosas nasales. Detalló la habitación desde donde se encontraba. Las paredes estaban pintadas de un color aguamarina muy claro y había una pared entera repleta de adornos diminutos que conformaban el nombre en cursivo de "Jean", además de los muchos adornos de bebé que habían alrededor.
Ashley luchaba por abrir la ventana de la habitación para que así entrara el aire. La pelinegra soltó una risa cuando la pelicastaña en uno de los intentos desesperados desprendió la pequeña cerradura de la ventana.
—Ay, Aly, la descompusiste —le apuntó acusatoriamente la pelinegra.
Ashley bajó del banquito de madera donde se había subido para estar a la altura de la venta y abrirla. Caminó hacia Nani haciendo un puchero.
—¡genial! —Exclamó con ironía —había
demorado horas seguidas sin descomponer algo, que orgullosa me siento —La pelicastaño se acercó a Natani mostrando el objeto en su mano.La pelinegra carcajeó al escuchar a su amiga quejarse de sus intentos fallidos. No se le hacía extraño ese lado destructor de la castaña. Siempre había riesgo de que Ashley dañara algo con simplemente tocarlo, como por arte de magia.
—Tienes que ser más delicada —Nani tomó asiento en la cómoda cama que estaba situada en el centro de la habitación.
—Tú también debes de ser más delicada, te recuerdo que eres igual de dañina que yo —apuntó con su indice a la pelinegra —además, si traté de hacerlo con cuidado, pero no me ayudó de mucho que estuviera durísima esa cosa —señaló hacia la ventana que aún permanecía cerrada, bufó cansada.
—Parece que no le han dado uso a esta habitación desde hace mucho tiempo. —dijo la pelinegra mirando a su alrededor.
Recibió un asentimiento por parte de la pelicastaña.
—Era la habitación de Jean cuando era pequeño. Es de huéspedes ahora. —se encogió de hombros. —Quiero decir, mía por ahora.
Ashley tomó asiento al lado de la pelinegra, sonrió haciendo que dos hoyuelos se marcarán en sus mejillas.
—Es bastante amplia —Dijo Natani.
—Si, Jean desde pequeño ha tenido privilegios, quizá porque es hijo único. —Se encogió de hombros. —¿algo que desees contarme? —Nani asintió sin mirarla, la pelinegra aún se encontraba contemplando los detalles que tenía la habitación. —Soy toda oidos.
Antes de Natani poder decir algo, se escuchó la voz de Josep del otro lado de la puerta avisándoles que la cena estaba lista y su tía Steicy había mandado a decirles que debían bajar de inmediato.
—Después podremos hablar sin afán, ahora debemos ir a cenar —dijo Ashley brindándole una sonrisa a la pelinegra.
Natani asintió y caminaron escaleras abajo hasta el comedor del primer piso.
—Aly —Llamó la pelinegra a más alta.
—¿sí?
—¿Por qué si las vacaciones no han comenzado están ustedes aquí? —ashley la miró mordiendo levemente su labio inferior —¿Sucedió algo malo, Aly?—preguntó la pelinegra frunciendo el ceño. Ashley negó.
—Claro que no, Nani. —Sonrió —Todo está bien
— ¿Segura? — Insistió la pelinegra.
Ashley suspiró y asintió con la cabeza. — Estaremos aquí unas dos semanas, nos devolveremos para tomar grado y luego nos vendremos de nuevo para pasar navidad aquí —Se encogió de hombros —ahora vamos, la tía Steicy se enojará si llegamos tarde a la mesa.
Nani asintió. Algo no le cuadraba del todo en esta situación a la pelinegra, pero luego podría insistir.
Fueron hasta el comedor y tomaron asiento. La señora Jong les sirvió a cada quien la comida con una amable y amplia sonrisa.
—Buen provecho —dijo la mayor.
—Igualmente —dijeron en unísono todos los de la mesa, a excepción de Natani.
La pelinegra bajó la vista a su comida y comenzó a comer en silencio.
—Hace tiempo que no te veía, Nani. —La pelinegra alzó la vista encontrándose con la cálida mirada del señor Han, padre de Jean y tío de sus tres amigos.
El hombre azabache esbozó una sonrisa mirando a la chica pelinegra, quien sonrió amenamente de vuelta.
No había duda, Jean era muy parecido a su padre físicamente. Tenía el mismo tono de piel pálida, sus labios pomposos pero no exageradamente, sus ojos grandes pero rasgados y la sonrisa. La única pequeña diferencia entre padre e hijo era que Jean tenía bajo su labio inferior un pequeño lunar, mismo que tenía la señora Steicy.
Jean había heredado más los rasgos de su padre que de su madre, de eso no había duda.
—Sí, todo el tiempo he estado en casa. No salgo de allí si no es necesario —dijo Natani luego de unos minutos en los que estuvo debatiendo internamente el parecido entre los Jong.
—Entiendo… sales solo a la escuela —Nani asintió —Jean es así, no le gusta mucho salir a divertirse con amigos a fiestas y esas cosas de jóvenes —Miró de vuelta a su hijo.
—Porque no tengo amigos que les guste salir a fiestas, papá. Y a mí no me apetece —Dijo Jean, con la vista en algún punto específico de su plato de comida. Sentía la mirada de su padre sobre él.
—No haces amigos de esa clase porque así lo quieres, jean. Nosotros no te lo hemos prohibido. —Se encogió de hombros el señor Jong.
—Eso lo sé… —el pelinegro mordió su labio inferior.
—Además hijo, no puedes decir que no tienes amigos.
Jean miró a su padre frunciendo el ceño, sentia molestia de tan solo escuchar la voz de su padre.
—En ningún momento dije que no tenía amigos. —apretó los dientes y respiró profundo. —No me gustan las fiestas. —Volvió a fijar la vista en su plato y mordió su labio inferior con más fuerza.
Natani desde su asiento observaba con un poco de preocupación al pelinegro, en algún momento el labio de Jean podía comenzar a sangrar debido a la fuerza que hacia con sus dientes. Se imaginó que haciendo ese gesto se estaba reteniendo a decir de más.
—Solo opinaba acerca de que no sales de casa, Jean. Parece que todo lo que yo digo te irrita.
—Deberías estar agradecido de que no lo hago y si, me está irritando que me hables.
—Eres aún joven, deberías hacerlo. Divertirse no es malo. —Jean soltó un suspiro.
—¿De la misma manera de como tú lo hiciste cuando eras joven, papá? ¿Así quieres que me divierta? —el pelinegro llevó la mirada a su padre.
—Suficiente, Jean. Tu padre no dijo nada malo para que te enfades y digas que te irrita que te dirija la palabra. No seas grosero. —habló la señora Steicy mirando a al pelinegro.
—Mi padre nunca hace nada malo para ti, mamá. —Miró por unos segundos a su madre y luego volvió a mirar su comida, sin mucho apetito. Llevó una cucharada de arroz a su boca y se dedicó a comer en silencio.
Nani miró a Ashley alzando una ceja, se sintió incómodo para ella presenciar esa pequeña discusión familiar. La pelicastaña le hizo una mueca y seña para que siguiera comiendo.
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YOUNG
Teen FictionLa juventud es una etapa donde creemos que el mundo está ahí solo para nosotros. Es un fuerte golpe cuando nos damos cuenta que nos equivocamos. El mundo gira, pero no alrededor de nosotros. La adolescencia y la juventud no son como las películas r...