Siempre hay motivo para vivir

capítulo 12

Otro día normal en el instituto, y cuando me refiero a normal hablo de molesto, aburrido y estresante. Y sobre todo ese era el día más estresante y muy “Especial” pues era el último día del antiguo director. El laborioso hombre en vez de dejar a los alumnos divertirse o irse a casa, había decidido que sería un día normal de clase.

Había una gran tensión en el ambiente, muchos estaban cada vez más preocupados, a mí me daba igual, pero es de entender que un nuevo director podría significar cambios que aunque podrían ser para bien no le agradaría a los alumnos, y a mi incluído, claro está.

Pero no era mi plan estresarme por eso, no era mi plan estresarme por nada.

—Tanquitu —Cierto, ¿Desde cuándo al destino le importaban mis planes? —. Casi no me lo creo cuando me dijeron que estabas de regreso en el pueblo. ¿Se puede saber porque no me avisaste?

—Sabía que igual te entrerarías —Y era cierto, Jackson solía mantenerla al tanto de todo —. Además no tuve oportunidad, las dos veces que intenté llamarte daba apagado.

—Tuve un incidente con el celular y le pasé una semana sin poder usarlo —Con Estela eso podía ser desde que se lo quitaran como castigo, hasta usarlo para detonar una bomba nuclear y terminará roto por la radiación.

—Hablando de eso ¿Dónde has estado estás tres semanas? —Le pregunté cambiando ligeramente de tema.

—Hace un mes me fui de viaje a una competencia ¿Jackson no te dijo?

—No sería Jackson si lo hiciera —Trencitas se pasa la vida “demasiado ocupado” en temas de “suma importancia” como comer pizza o conquistar a su vecina, como para hablar sobre sus amigos.

—Buen punto.

—Volviendo a la competencia ¿Quien ganó?

—Yo —Respondió orgullosa de su Victoria.

—¿En serio?

—¿Lo dudas?

—No —No podría dudarlo luego de que durante años me demostrara lo buena era en el Kárate.

—Tengo que ir a ver a Jackson, tengo mucho que contarle. Además de encontrar a Nathan, llevo mucho sin verlo.

—Seguramente están en la cafetería —Como casi todo el mundo a esta hora la verdad

—Gracias por la información. Nos vemos luego.

—Adiós.

Y la paz regresó, fui tranquilamente hasta las gradas donde solía estar y ahí me quedé. Sabía que nadie me molestaría, después de todo mi acosadora habitual no había asistido. Algo raro en ella, o eso tenía entendido.

Entonces por primera vez en varios días tendría paz, verdadera paz.

Saque mi celular de mi bolsillo para revisar si había alguna novedad. Tienes  diez mensajes nuevos de Stjernehimmel. La intensa le decían.

~Stjernehimmel~
Hola Tanqui.
¿Que tal todo?

Te tengo una super mega ultra hiper noticia.

Y así empezó a contarme en los siguientes ocho mensajes que eran prácticamente discursos el como le había pasado la cosa más  super mega ultra genial según sus propias palabras.

~~~

Me alegra saber que la estás pasando
                 tan bien por allá  

Lo e estado pensando y quizás me
                    anime a ir a verte a suiza tampoco. Tampoco es que tenga mucho que
                        hacer por acá.