Una nueva promesa [Muikote]

Ultrasonido / Eco

-Esta es tu séptima semana de gestación, ¿verdad, Tokito-san?- Preguntó la Dra. Kocho mientras veía a Muichiro recostado en la camilla.
Muichiro vio a su pareja con cara de pregunta, la memoria del mayor podía ser buena con las métricas de las redes sociales y mejor con las jugadas del shogi, pero recordar fechas, nombres y rostros no era su especialidad.
-Sí, han sido 7 semanas.- Confirmó Kotetsu.

Kocho tomó un pote con un líquido transparente y colocó un poco en el vientre del de cabello largo.

Shinobu Kocho había atendido a todas sus amigas y amigos que habían tenido hijos, a Mitsuri, a Aoi, a Nezuko y por supuesto también a Tanjiro. Tenía mucha experiencia y además, era la médico de cabecera de todo el grupo de amigos.

La doctora empezó a pasear el transductor sobre la parte inferior del vientre del embarazado buscando una imagen, Muichiro y Kotetsu no podían alejar la mirada de la pantalla, iba de un lado a otro presionando en ciertos lugares hasta que notó un pequeño circulito alojado en uno de los lados del espacio vacío.
-Allí está su bebé.- Dijo mientras apretaba unos botones en el teclado de esa máquina. -Y así se escucha.- Comentó subiendo el volumen de aquel aparato y dejando oir los rápidos latidos de aquel pequeño corazón. Ambos se quedaron embelesados y Kotetsu no pudo evitar llorar un poco.
En medio de todas esas emociones un nuevo sonido se coló en la grabación. Ambos se sorprendieron y Kocho volvió a mover el transductor hasta que encontró el origen de aquel golpeteo.
Al otro lado de la imagen otro círculo brillaba en la pantalla, era igual de pequeño y lindo.

-Felicidades, son gemelos.- Indicó Shinobu mientras colocaba algunos códigos en la máquina de ultrasonido.

Kotetsu abrazó a su pareja mientras leía y lloraba, luego le agradeció a la doctora Kocho.

Muichiro, por otro lado, había quedado sorprendido. Él era gemelo, él había estado unido a Yuichiro incluso desde antes de nacer, él sabía que la unión entre gemelos era una unión que nadie más entendía. Dentro de él se estaba generando la vida de dos pequeñas personas que tendrían ese lazo inquebrantable.

Sintió el abrazo de Kotetsu y le sonrió, estaba muy feliz de que su esposo estuviera allí, sin embargo, en ese preciso momento necesitaba a Yuichiro.

Y como si le hubiera leído la mente, su celular sonó, era su hermano gemelo.

Muichiro contestó rápidamente y le empezó a contar todo con mucha emoción.

Kocho que quería decirle algo más suspiró. Kotetsu se acercó a ella y le pidió que le diera un espacio a su esposo. Ambos salieron del consultorio y empezaron a conversar sobre los resultados y próximos pasos.

El menor de los tres conocía a la perfección el tipo de relación que tenían los gemelos Tokito. Ambos eran muy unidos y cada vez que se juntaban parecían niños de nuevo, jugando, riendo y compartiendo lo bueno y lo malo. Por medio de la ventana Kotetsu vio a Muichiro reírse mientras escuchaba a su hermano por medio del teléfono.

Esta vez estaban compartiendo la noticia más feliz.