Estaba cansado, con hambre y molesto, la vida de un oficinista era pesada. Ganaba un sueldo razonable, pero la vida que quería mantener lo dejaba desgastado a fin de mes. Un ceño fruncido se estaba marcando en su frente, sus compañeros eran incompetentes.
Al parecer ser un talento de niño no te asegura ser millonario, ni mucho menos de adulto. Claro que él había tomado el camino difícil por voluntad propia.Al menos ya iba a llegar a casa, cenaría junto a su amado esposo y verían televisión o jugaría un juego en línea antes de tomar una ducha y dormir.
Insertó la llave en la cerradura de la puerta, pero esta se abrió desde dentro.
Muichiro se encontraba allí con su brillante y traviesa sonrisa, llevaba una sudadera celeste y unos shorts blancos.
-Te estaba esperando.- Dijo y se abrazó de su cuello elevándose un poco del piso. Hace varios años que el menor lo había superado en altura.
Kotetsu dejó su maletín en el suelo y lo cargó para llenarlo de besos, su rostro se relajó. Cada vez que llegaba a casa recordaba que todo su trabajo valía la pena.
Muichiro siempre había estado acostumbrado a cierta forma de vida. Él había nacido en una familia adinerada y aunque el padre de los Tokito les había ofrecido el dinero suficiente como para vivir sin preocupaciones, Kotetsu lo había rechazado y había jurado esforzarse para que a su pareja no le faltara nada. Y así era, aunque tuviera que hacer horas extras.Muichiro, por otro lado, generaba ingresos de una manera diferente. Los gemelos Tokito se habían vuelto personas muy mediáticas cuando empezaron a destacar en el shogi y aunque Yui escapó de los reflectores lo más pronto que pudo, Muichiro capitalizó su popularidad por medio de las redes sociales.
En algún punto el de cabello largo se ofreció a tomar más responsabilidades en la casa, pero aunque repartieron los gastos a partes iguales, la diferencia se dejaba ver en la ojeras del menor.
-Te tengo una sorpresa.- Susurró el mayor mientras acariciaba una de las rojas mejillas de Kotetsu y se metió una mano al bolsillo de su sudadera.
Kotetsu vio como sacaba un palito que no logró identificar inmediatamente, pero cuando vio las rayitas y el pregnant al lado se dio cuenta de lo que se trataba.
Se lo quitó de las manos porque no se lo podía creer, Muichiro quería un bebé desde hace tiempo, Kotetsu no estaba tan convencido, pero llegaron a un punto en que si pasaba estaba bien, así que de vez en cuando lo intentaban y allí estaba el resultado.
Lo abrazó y lo besó varias veces, en el rostro, en los labios, en el vientre. Lo llevó cargado hasta la cama para seguirlo besando y lo hizo hasta dormirse, se olvidó del hambre que tenía.
.....
Aquí, publicando el 1er cap a 15 mins de que se termine el día.
Mañana espero hacerlo más temprano ⚙️❤️🌫
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Una nueva promesa [Muikote]
Hayran Kurgu¿Y que tal si ahora nos hacemos una nueva promesa? Ambientada en el mismo universo que Promesa cumplida, pero varios años en el futuro... #admpreg2024 #mpreg #ilitiaforever