Acostado en su cama siguió pensando en el día de ayer y en esa sonrisa que le alegraba su día a día, esos hermosos ojos rojizos con esa personalidad radiante y amable, todos lo amaban, ¿Cómo Kamado podría algún día fijarse en él?
Era imposible, Tanjiro era tan especial y él solo era un chico gritón con una cara femenina y un cuerpo grande, no tenía ninguna cualidad increíble y estaba 100% de que el pelirrojo era hetero, incluso en una entrevista él mismo lo había dicho.

Suspiró mientras sentía un peso en el pecho que lo lastimaba lentamente, sabía que no había oportunidad alguna de que el chico tenga por lo menos intenciones de ser amigos siquiera.

De un momento a otro se levantó de golpe y muy decidido se dijo a sí mismo que no sea un cobarde, aún había posibilidades, o al menos eso quería creer.

Su mamá en la sala, se encontraba leyendo un libro de dos jóvenes que se enamoraban, típico de su madre, mientras que su papá, no tenía ni idea de dónde se encontraba Douma, pero tampoco le importaba mucho.

Eran las 6 de la tarde, no sabía que hacer hasta que le llegó un mensaje de Monitsu, en este lo invitaban a salir a comer a algún lado, que conveniente, obviamente acepto y se despidió de Kotoha.

Al llegar al lugar que habían acordado, logró ver a la chica de coletas y a su amigo de pelos rubios, saludó a ambos y se fueron todos juntos a explorar un poco y comer también.

La gente que pasaba se los quedaba mirando, no sabían si era porque los reconocían de algún lado o por como los dos pelinegros gritaban enojados y el rubio lloraba simplemente porque sí.

Cuando llegaron a un lugar de hamburguesas, todos concordaron en entrar y pedir algunas para comer, allí adentro una mujer de pelo completamente negro y ojos morados, muy elegante, los atendió.

Mientras el rubio, muy nervioso, pedía lo suyo y de sus amigos, la pelinegra logró notar como uno de los camareros no le quitaba los ojos de encima a su amigo rubio y la mujer, parecía que en cualquier momento iba a cometer un homicidio.

Este chico tenía el pelo celeste verdoso con puntas negras y ojos muy claros de un tono morado, en su uniforme llegaba a leer el nombre de Yushiro.

La mujer en cambio parecía decir Tamayo o algo así, realmente no sabía porque se estaba fijando en eso, simplemente le llamó la atención.

Cuando llegaron las hamburguesas se notó una gran diferencia entre ellas.
Pues Aoi tenía una simple con queso y lechuga, Zenitsu una doble con tomate e Inosuke una triple con huevo frito, lechuga, tomate y cebolla, además de también haber pedido nuggets que estaban en el menú y un juguetito que venía con el combo.

Luego pidieron postre. Ya sabemos quién fue el que más pidió...

Al terminar dejaron propina y salieron del lugar, ya se habían llenado y la habían pasado bastante bien, sin contar las 5 peleas que los pelinegros tenían cada segundo.

Día siguiente

Inosuke se levantó y preparó para ir al instituto, no tenía muchas ganas de ir pero no tenía opción.

Cómo siempre desayunó, se cambió, se peinó y salió.
Cuando llegó se sentó en su lugar y sacó su celular de la mochila, últimamente estaba ocupado así que no pudo revisar el ig del rojizo, aprovechó que nadie lo miraba y entró al perfil, tenía un par de fotos nuevas y como siempre una historia en la escuela, se preguntaba si no era peligroso mostrarla teniendo en cuenta su fama.

Las fotos que se había sacado el pelirrojo, Inosuke las inspeccionó de todos los ángulos, sin duda no podía existir un ser más hermoso que ese chico, se tapó la mitad de la cara porque presentía que se había sonrojado, lo que era correcto, guardó su celular y respiró hondo para tranquilizarse.

La clase había comenzado y sus amigos le avisaron que iban a llegar después del segundo recreo/receso, no sabía con quién iba a quedarse, probablemente solo, pero no tenía ningún problema con eso.

El profesor Rengoku era muy animado al explicar matemática, odiaba esa materia pero de alguna forma el profesor lo hacía ver menos aburrido. Siempre sonreía y daba frases motivacionales cuando hacíamos exámenes, luego desaprobabamos con un 2 pero no podía faltar el "PARA LA PRÓXIMA LE IRÁ MEJOR JOVEN"

Ya había empezado el primer recreo, no sabía que hacer así que solo caminó mirando su celular a un árbol y se sentó abajo de este, en su celular miraba una serie dónde el pelirrojo actuaba del villano, era un tipo de demonio muy sexy ( según Inosuke ) y poderoso.

Ya iba por el capítulo 4 y le iba encantando, no sabía si era por la trama o por el pelirrojo, pero realmente lo había enganchado.

Un grupo de personas donde se encontraban, Kanao, Nezuko, Genya, Muichiro y Tanjiro se iba acercando al ojiverde, ninguno se había dado cuenta de la presencia del otro, Inosuke estaba con audífonos viendo ese capítulo y Tanjiro miraba el cielo mientras escuchaba a su hermana, antes de darse cuenta Tanjiro pisó el pie del de puntas azules sin querer y este se quejó desde abajo porque le había pisado todos los dedos del pie.

-¡¡Idiota mira por dónde caminas, quieres!!- Dijo enojado el pelinegro tocando su pie y fijándose que nada le hubiera pasado, no se había dado cuenta todavía quién era el responsable hasta que este le habló.

-¡¡Lo siento!! ¡¡Enserio lo lamento no me había dado cuenta de que estabas ahí!!- Preocupado el pelirrojo se agachó para también revisar no haberle hecho daño al de abajo.

Cuando ambos dirigieron su mirada al otro, los dos quedaron sorprendidos, Inosuke no podía creer lo que veía y Tanjiro se había quedado mirando los ojos verdes esmeralda del otro.

-Y-Yo- Inosuke al sentir los ojos del pelirrojo clavados en su cara no pudo formular bien una palabra, se sentía impotente, débil, odiaba eso, frunció el ceño y apartó su pie de las manos del rojizo enfrente suyo.

-¡¡Mas te vale tener más cuidado para la próxima idiota!!- Lo miró amenazante, apuntándole con un dedo y se levantó para marcharse de ahí, vaya primer encuentro.

El pelirrojo se quedó agachado sin poder creer nada de lo que había ocurrido, nunca en su vida había visto una persona tan perfecta, sus ojos brillaron y sus mejillas se sonrojaron un poco, ese chico realmente era hermoso, al momento en que cayó en lo que había pensado, sacudió su cabeza y se dijo a sí mismo que el era hetero, no podía pensar tales cosas de un hombre.

Sus amigos habían presenciado todo y siguieron con la mirada al pelinegro que se marchaba sacando humos de las orejas.
Lo miraron raro.

Otra vez...

•𝑭𝑨𝑴𝑶𝑼𝑺•  [𝑻𝒂𝒏𝑰𝒏𝒐]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora