𝐷𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑅𝑎𝑓𝑒 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑜𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑐𝑎𝑙𝑚𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑎𝑑𝑖𝑐𝑐𝑖ó𝑛, 𝐵𝑟𝑜𝑜𝑘𝑒. ¿𝐸𝑙 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒𝑚𝑎? 𝐸𝑙𝑙𝑎 𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑢 ℎ𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎.
"El chico puede tomar a la hermana como objeto de amo...
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Me deje caer sobre el viejo sofá de la casa de Barry, prefiriendo no pensar en la procedencia y dudosa higiene que este pudiera llegar a tener, al menos eso mismo estuve haciendo las últimas dos semanas en las que me estuve quedando aqui, podría haber ido a la casa de Topper, él me abría recibido, pero eso implicaría estar en Figure Eight y en estos momentos quiera exterminar cualquier posibilidad de cruzarme a Brooke. La lampara de pie iluminaba con poca energia y con un leve titilo, ese enorme desastre que habíamos esparcido por toda la sala: botellas vacías, cajas de cigarros con sus respectivas colillas quemadas y restos de polvo blanco perdidos por la mesa central de la sala.
Me estaba revolcándo sobre mi propia miseria, había pasado de vivir con mi padre en una casa con aire acondicionado y muchachas que limpiaban por donde pisaba a pasar mis días drogado en una pocilga. Decadente. Lo peor de todo, era que en este caso, no podía culpar a nadie más que a mi por mis irremediables acciones. Yo, que siempre había sido una persona frontal y proactiva me costaba admitir que no tenia el valor de siquiera mirarla a la cara, no después de lo ocurrido. Aquel beso había sido un error descomunal y aunque odiaba a los idiotas que culpaban a los efectos del alcohol para descargarse de la responsabilidad de sus acciones, esa era la única excusa que tenia: esa noche estaba asquerosamente borracho.
Barry apareció bajo el umbral de la sala, su figura ejercía una sombra alta y delgada, tenebrosa ¿O acaso solo fue mi imaginación? Mierda...
- Hey... ¿quieres un poco? - preguntó, agitando la botella de ron barato a medio tomar.
- Mhm - afirme débilmente con las pocas neuronas que tenia en funcionamiento, me reincorpore sobre el sillón y estiré la mano para tomar la botella. Mientras bebía mis pensamientos rondaban nuevamente hacia Brooke, haciendo que el ardor de mi garganta al pasar sea mas leve, sin embargo, pensar en ella no podía hacer que mi odio hacia mi mismo disminuyera, al contrario. ¿Cómo estará ella? ¿Qué estará pensando? ¿Temerá verme a la cara al igual que yo? Tantas, tantas malditas preguntas sin respuesta, estaban carcomiendo mi cerebro como si tuviera gangrena.
- Estas hecho un desastre, amigo - informó, "oh gracias Barry, no me había dado cuenta" pensé, él se sentó en una silla mecedora a un lado mientras expulsaba humo de un blunt que al parecer siempre tuvo en su mano y no había notado - ¿Qué demonios te pasó?
Me pase las manos por mi cabello el cual, no imagino, si no que sé que debe de estar sucio y grasiento.
- Me mande una, Barry... una grande - admití con un tono de voz apenas audible. Barry me miro con gracia y soltó una risa seca y sarcástica.
- Ja... ¿Que podrías haber hecho, Contry Club? - dijo relajando su cabeza hacia atrás, todo le importaba una mierda - ¿Llegaste tarde a la hora del golf?
