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Mientras Lena abrazaba a su hermano pequeño, Danilo la abrazó a ella para protegerla de los trozos de pared que estaban cayendo cuando las balas las atravesaban. Helena lo miró mientras tenía a Gabi llorando abrazada a él, lo miró de una manera que nunca antes había visto Danilo. Le transmitió todo su agradecimiento en una mirada, por estar ahí, por ayudarla siempre y por todo lo que había hecho por ella por si esa era la última vez que se miraban.
Danilo instintivamente se acercó a ella y tomó su mandíbula con su mano, le acarició la mejilla con la misma mirada que le estaba dando ella. Le agradeció por siempre estar por nunca fallarle, por estar con él en lo bueno y en lo malo y por nunca dejarle a pesar de ser un caso perdido en muchos aspectos.
Ambos entendieron todo eso con solo mirarse a los ojos, era una conexión de dos personas que se han visto crecer y cambiar juntas. Era difícil de explicar, pero podían entenderse sin palabras.
Helena puso una mano sobre la de Danilo que estaba posada en su mejilla y entrelazó los dedos de ambos. Danilo sonrió levemente y a ella se le llenaron los ojos de lágrimas.
Pero el momento no duró mucho porque oyeron como los tiros pararon y como varias personas subían las escaleras a zancadas. Helena se paralizó en ese mismo instante y agarró con más fuerza a su hermano entre sus brazos.
--- Hay que salir de acá--- Susurró Danilo porque no tenía en mente rendirse.
No aún, porque aún no le había confesado su amor a Helena y si una cosa tenía clara es que no podía morir sin hacerlo, porque era la primera piba que le importaba de verdad.
Agarró su mano y hizo que se levantará. Helena cargó a su hermano como pudo y empezaron a buscar algún lugar por el que salir. Miraron de salir por alguna ventana pero habían hombres armados esperando abajo.
La mente de Danilo trabajaba a toda velocidad para buscar una salida.
--- Una vez dijiste que que el techo de tu cuarto tenía un hueco por el que se podía salir al tejado...
--- Tapé ese hueco hace mucho...--- se callo por un momento--- ¿Pensás salir por el tejado?
--- No hay otra opción, rodearon el edificio.
--- ¿Y si nos ven?
--- No lo harán.
--- ¿Como sabés eso?
--- Vos sólo confiá en mí. --- le pidió agarrándole ambas manos.
Helena se sorprendió con ese gesto, pero lo correspondió, porque dejó que agarrara sus manos. Las manos de Danilo eran más grandes que las suyas y casi las cubrían. Le transmitieron calidez. El sonido del llanto de Gabi,que aún estaba colgado a su espalda, eso le hizo soltar las manos de su amigo.
