Sólo existe lo que se demuestra. Lo demás es viento.
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Helena había vuelto a casa. Danilo, Carlos y Mariela habían insistido en acompañarla después de haberla visto así durante el tiroteo. Abrió la puerta y vió a su hermano pequeño, Gabi, dormido en el suelo esperando con sus juguetes. Entonces entendió que se había quedado esperandola para jugar con ella, lo levantó y lo llevó a su habitación.
--- Te amo...--- le susurró aunque estuviera dormido mientras lo arropaba.
No estaban ni su madre ni Nico así que entró a esa habitación a la que en presencia de ellos dos no se atrevía a entrar.
La habitación tenía un aspecto desordenado y descuidado. Se notaba que nadie la usaba. La cama estaba hecha y los pocos muebles que habían estaban llenos de polvo. Se sentó en la cama y poco a poco los recuerdos volvieron a ella, como balas atravesándole la piel.
...
Esa habitación que ahora estaba no hace tanto tiempo era el lugar seguro de Helena. Donde había pasado tantas tardes jugando y riendo con Micaela. Aún se acordaba del tacto de sus manos, que le hacían trenzas y le limpiaban los arañazos. La amaba tanto.
--- ¿Mica sabes que? --- dijo un día Lena mientras Micaela la peinaba. --- Un pibe me me pidió que seamos novios.
Micaela sonrió
--- ¿Y que dijiste vos?
--- Le dije que no.
--- Bien hecho.--- respondió con una voz algo triste.--- Porque después te rompen el corazón como a mi--- no pudo evitar mirar su vientre que ya había comenzado a crecer.
--- No, es que ya tengo 2 novios-- la pequeña Helena de 11 años se giró para mirarla---¿Para que quiero 3?
Micaela se rió y abrazó a la niña.
--- Sos increíble Lena. --- le susurró mientras la tenía entre sus brazos y le acariciaba el cabello--- Prométeme que nunca cambiaras-
-- No lo haré.
...
Pero Helena no había cumplido esa promesa, ya no era la misma de antes. Las lágrimas le caían por las mejillas mientras sollozaba amargamente, en silencio. Siempre lo había hecho así, sufría en silencio para no preocupar a nadie.
---- Te amo tanto Mica, te necesito, vuelve porfavor.--- pedía entres lágrimas aún sabiendo que eso era imposible.
Abrió la ventana dejando que todo el frio de fuera entrara. Era invierno pero eso no le importó, después de todo el frío no le haría nada. Ella ya no sentía. Miró al cielo, eso era lo que decía Mica. "Cuando busques respuestas mirá al cielo, quizás el brillo de las estrellas te da alguna idea" Y eso se había vuelto su manera de recordarla. Había contemplado las estrellas tantas noches que ellas se habían vuelto las únicas testigos de su tristeza.
