-SELECCION FINAL-
Iguri.
Tras haberme logrado escapar había estado corriendo durante toda la noche para poder llegar a tiempo a la selección final, afortunadamente durante todo el trascurso del camino no me encontré con ningun demonio, no quería gastar energía de manera innecesaria. Estaba comenzando a amanecer y había llegado a un pueblo cercano a la montaña Fujikasane, estaría aquí hasta que se hiciera de noche.
Me adentre al pueblo, apenas la gente estaba comenzando a poner sus pequeños puestos, cosa que por el momento no me interesaba, yo estaba en busca de un ryokan. Después de estarlo buscando por un buen rato encontré uno.
Me adentre y me recibió una señora de avanzada edad.
-Buenos días muchachita, le puedo ofrecer algo-me preguntó-
-Buenos días señora, tengo pensado quedarme lo que resta del día aquí.
-Claro, no hay ningún problema, sigame.
La señora se había dado la vuelta y comenzó a caminar así que la empecé a seguir.
-Aquí se quedará señorita, solo que primero tendría que ir a pagar a la recepción que está por allá -señaló su derecha- ve a la derecha, después darás una vuelta a la izquierda y ahí está.
-De acuerdo, muchas gracias.
-No hay de que señorita-dio una pequeña reverencia y se fue-
Después de haber pagado volví a la habitación, deje mi katana y me dirigí al comedor donde acababan de poner el desayuno.
Comenzé a comer, el arroz estaba delicioso, la sopa miso era incluso mejor, pero lo que más me había gustado era el té verde. Está era la primera vez que yo podía comer de forma tranquila, de pequeña toda la comida que nos iban a dejar me daba tanto asco y actualmente no podía comer sin tener que estar alerta de que alguien estuviera cerca mío. Sentía una tranquilidad enorme al poder comer sin ninguna preocupación, aunque ahorita que lo pensaba, cuando comía con Manjiro el siempre se volteaba y no trataba de verme, también con el podía sentir algo de tranquilidad pero no se comparaba con la que sentía en estos momentos.
Terminé de comer y me volví a dirigir a la habitación, iba dormir toda la tarde de esa forma no me sentiría cansada durante toda la noche, pues no había dormido nada el día anterior.
Acababa de despertar, dirigí mi mirada al reloj que se encontraba en la pared y eran las seis y media de la tarde, me paré tomé mi katana y la colgué en el cinturón del uniforme, era el momento de dirigirme a la montaña Fujikasane.
Vi unas escaleras con demasiados árboles de glicinas, al parecer ya había llegado. Comencé a subir las escaleras con tranquilidad y veía como las glicinas brillaban, eran hermosas.
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Sacrificios Necesarios Para Vivir -KNY × TR-
RandomEn esta historia eres la Hermana menor de Iguro Obanai. Por un momento de tu vida estarás metida en el mundo de las pandillas, hasta que tus misiones como cazadora de demonios y tu nombramiento como una nueva pilar te obligarán a abandonar a aquella...