En una nueva era del K-pop que está comenzando, JYP Entertainment se prepara para el debut de su próximo gran grupo.
Entre los trainee, destaca una joven australiana decidida a hacer realidad sus sueños junto a ocho chicos talentosos. Juntos, estos...
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Hannie estaba tirada en la cama, envuelta en las mantas, el único que se encontraba en el departamento, además de ella, era Seungmin.
Después de despedirse definitivamente de Felix, Hannie había querido volver al departamento, y Chan le había pedido a Seungmin que la acompañara. Todos los demás aún estaban en la empresa.
Seungmin se encontraba en la cocina, sentado en la mesa con la cabeza hundida entre sus brazos. El silencio en el departamento, era interrumpido solo por sus suaves suspiros.
Después de unos minutos, Seungmin levantó la cabeza y miró hacia la puerta de la habitación. Se levantó lentamente y caminó hacia allí, decidido a hacer algo para animarla.
Tocó suavemente la puerta antes de abrirla y entrar. Cerró la puerta tras de sí y se recargó en ella, visualizando el bulto de mantas en la cama que era Hannie. Antes de acercarse, se pasó el brazo por la cara, quitándose las lágrimas que aún escurrían por sus mejillas.
Se acercó al bulto en la cama y, sin previo aviso, tiró de las mantas, quitándoselas de encima a la chica. Hannie gritó al sentir el aire frío.
"Nooo, ¿qué haces?" le gritó Hannie, cubriendo su cara con las manos y dándose vuelta en dirección a la pared.
"Párate, no puedes estar así todo el día, Hannie," le dijo Seungmin, agarrando el dobladillo de la camisa de la rubia y jalandolo para que se levantara.
Ella gimió, aún cubriéndose la cara. "Déjame en paz, Seungmin. Solo quiero estar aquí un rato más."
Seungmin suspiró frustrado y se arrodilló al lado de la cama, tomando las mejillas de Hannie entre sus manos y apretándolas con algo de fuerza. "Deja de llorar, pareces tonta," dijo con severidad, aunque su voz traicionaba una preocupación sincera.
Hannie se quejó y apartó las manos de Seungmin de su cara. "¡Auch! ¿Qué te pasa?" replicó, aunque no pudo evitar notar la tristeza en los ojos de su amigo. "Además, tú también estás llorando."
Seungmin se pasó la mano por los ojos rápidamente, limpiándose las lágrimas. "¿Quién está llorando, niña tonta?" murmuró, tratando de sonar firme, pero su voz temblaba un poco.
Hannie se sentó en la cama por un momento y luego, de repente, dijo: "Vamos a emborracharnos," levantándose de golpe.
Seungmin se quedó shockeado, parpadeando rápidamente. "¿Ha... Hannie, qué dices?" preguntó mientras veía cómo la menor salía de la habitación.
Sin saber qué más hacer, la siguió hasta la cocina. "Hannie, no vas a encontrar alcohol en esta casa, tonta. Además, no puedes, eres menor de edad."
Pero Hannie no le prestó atención y se dirigió al refrigerador. Sacó un cartón de jugo de naranja y, sin pensarlo dos veces, comenzó a beber directamente del cartón. Seungmin hizo una mueca de disgusto.
"Aha... Hannie, espero que no hagas eso con todo lo demás," dijo, cruzándose de brazos.
Hannie terminó de beber y dejó el cartón en la mesa, limpiándose la boca con el dorso de la mano. "No hay nada como el buen jugo de naranja para ahogar las penas."
Hannie se sentó en la silla y volvió a darle otro trago al jugo, luego lo ofreció a Seungmin. Él la miró por un momento antes de tomar el cartón y darle un trago también, soltando un suspiro mientras lo hacía.
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Mientras los dos se acomodaban, Hannie con la cabeza recostada en la mesa y Seungmin reclinado en el respaldo de la silla con la cabeza hacia atrás, ambos se fueron quedando dormidos.
Más tarde, la puerta del departamento se abrió y Chan fue el primero en entrar, llamando a sus compañeros.
"¡Hannie! ¡Seungmin! ¿Dónde están?" gritó Chan, recorriendo el departamento hasta llegar a la cocina. Al ver a ambos dormidos, se quedó perplejo, viendo el cartón de jugo vacío en medio de la mesa.
Changbin entró justo después, echándole un vistazo a sus amigos dormidos. "¿Qué pasa aquí?" preguntó con una risa.
Chan tomó el cartón de jugo vacío y lo examinó. "¡Mi jugo!" exclamó.
Changbin se rió más fuerte. "Hyung, podemos comprar otro."
Chan suspiró y sacudió la cabeza. "No es eso, Changbin. Este jugo tenía analgésicos para mi dolor de espalda y se me pasó decirles para que no lo tomaran."
Hannie y Seungmin seguían profundamente dormidos, ajenos a la conversación.
"Ohh," murmuró Changbin, observando a sus compañeros con una sonrisa.
Chan se sentó en una de las sillas libres, mirándolos a ambos. "Estos dos son un desastre, ¿lo sabías?"
Changbin se cruzó de brazos y se recargó en la entrada de la cocina, soltando un largo suspiro. "En estos momentos, todos somos un desastre."
Chan recargó sus brazos en la mesa y asintió, compartiendo el sentimiento.
"Los despertamos, mañana tenemos ensayo muy temprano, y si los dejamos así, van a tener dolor de cuellos."
Chan se levantó de la silla y se acercó a Changbin, sacudiendo la cabeza. "No, por tontos. Déjalos.
