La chica de los cd's º Brenlisa

Capítulo 11

Luego de otra larga semana de espera Elisa concurre al centro comercial. Esta vez al horario del almuerzo porque Brenda le había dicho la semana pasada que fuera a almorzar con ella.

Elisa entró al local y para su sorpresa Brenda se encontraba hablando animadamente con una chica. Se veía tan animada, como cuando hablaba con ella. Ella creía ser especial para Brenda, y ver que no era a la única que trataba de esa forma, de alguna manera, le dolió. Tuvo intenciones de abandonar el lugar, irse corriendo y alejarse de toda esa escena. Pero finalmente decidió acercarse a ellas con temor. Pero Brenda no la vio acercarse y se dirigió al depósito. Elisa llegó hasta la chica, observándola y ésta le devolvió la mirada al verla parada a su lado, examinandola.

-¿Hmm? Tú debes ser Elisa -dijo con una sonrisa. Elisa entreabrió su boca y apretó sus puños. ¿Cómo es que esa chica sabía su nombre?- Brenda me ha hablado mucho sobre ti -el corazón de la pequeña comenzó a latir con fuerza- Soy Nelly -se presentó extendiendo su mano para estrecharla con la de Elisa, pero sin obtener ninguna respuesta por parte de ella- Oh, es verdad. Olvide que eras algo tímida

Elisa no podía creerlo. Ya no se sentía mal. Ella era una de las amigas de la infancia de Brenda de las cuales ella le había hablado. Pero lo más sorprendente era que le había contado sobre ella. Le había dicho su nombre, que era tímida y quién sabe cuántas cosas más. Jamás creyó que hablara de ella con otras personas. Al fin y al cabo, Brenda era genial, era divertida, sociable, Brenda era perfecta y ella solo era, ella. No había razón para contarle a nadie sobre ella, ya que ella no era para nada interesante, y aún así Brenda lo había hecho.

-¡Elisa! -dijo entusiasmada al ver que había llegado en su breve viaje al depósito- Que bueno verte. Bueno, veo que ya se conocieron. Ella es Nelly, rara vez habla algo coherente, así que no le hagas caso -dijo bromeando.

-¡Oye! -se quejó la pelirroja. Elisa sonrió.

-Aquí está. Ésta es la que quieres ¿verdad? -dijo colocando sobre el mostrador una hermosa guitarra que traía en su mano.

-Si. Ésta es ¿No es la guitarra más hermosa que has visto en tu vida?

-Sigo pensando que es demasiado dinero para gastarlo en una guitarra

Elisa observó entonces el papel colgando de ella con el precio escrito y abrió los ojos enormemente. Era una guitarra de la mejor marca en el mercado de la música. Al parecer Brenda no bromeaba cuando dijo que la familia de Nelly tenía mucho dinero.

-Es mi regalo de navidad debido a mis calificaciones, no me molestes. Ten, cobralo de aquí -dijo entregándole una tarjeta de crédito.

Mientras Brenda efectuaba la compra, la chica no le quitaba la vista de encima a Elisa. Quien comenzaba a incomodarse.

-Bren dijo que eras muy linda, pero no creí que lo dijera en serio

Elisa tomó un respiro rápido quedando helada y Brenda quedó boquiabierta sin saber qué hacer. En su descuido, la tarjeta de crédito de Nelly cayó al suelo, se agachó a recogerla y tratando de deslizarla por el Posnet para efectuar la compra. Tuvo al menos tres intentos fallidos antes de lograr pasarla correctamente.

-Creo que alguien se puso nerviosa -dijo con una pícara sonrisa.

-Nelly cierra la maldita boca. Ten tu estúpida tarjeta -dijo molesta con torpes movimientos y un leve color carmín en sus mejillas. La chica comenzó a reír con ganas.

Elisa simplemente no podía creerlo. Nunca había visto a Brenda reaccionar de esa manera. Nerviosa, avergonzada, contestando de esa forma y con movimientos tan torpes. Era como ella solía reaccionar, no creyó que Brenda con lo confiada que era también se sintiera así a veces. Pero eso no era lo más importante ¿Realmente había dicho eso sobre ella? El sólo hecho de pensarlo hizo que una pequeña sonrisa se dibujara en su rostro.