Al día siguiente Diana llamó por teléfono muy temprano en la mañana a la casa de los Galina. Quería asegurarse de que Elisa estuviera dormida para que no escuchara la conversación. Ella le relató con lujo y detalle todo lo ocurrido a Carmen. Su madre apenas podía creerlo, su hija había salido por voluntad propia, entre tantas otras cosas.
-Solo quería que estuvieras al tanto de su comportamiento. Me sorprendió mucho
-Y no sé cómo agradecerte por cuidar tanto de Elisa en nuestra ausencia. Me encargaré de llevarla al centro comercial el sábado si eso es lo que ella quiere
Elisa actuó indiferente con su psicóloga el viernes. No mencionó las dos salidas de su casa. Pero Carmen se encargó de contarle lo que Diana le había dicho, en cuanto estuvieron a solas.
A Elisa prácticamente no le interesaba más nada de su monótona y aburrida vida. Solo pasaron los días. Esperó ansiosamente ese día sin decirle una sola palabra a su mamá. Deseaba con todas sus fuerzas que ella no tuviera que pedírselo.
No tuvo que hacerlo.
-Hija, iré al centro comercial en media hora. Hace una semana accediste a ir conmigo. Me preguntaba si quisieras volver a hacerlo -simuló no saber que lo más probable era que aceptara la invitación.
Elisa asintió con los labios apenas curvados, sin llegar a formar una sonrisa.
Repitieron la rutina de una semana atrás. Con la diferencia se que esta vez Elisa tenía claramente decidido ir a ese local de música y su madre no fue al local de enfrente, no obstante le dió privacidad a su hija de hacer lo que ella quisiera mientras se encargaba de comprar los víveres.
Allí estaba Elisa. Caminando hacia ese lugar. La volvería a ver. Esta vez ni bien observó dentro del lugar la divisó y su corazón empezó a palpitar con fuerza. Allí estaba, vistiendo su uniforme azul de trabajo. Siempre con una sonrisa atendiendo a los demás.
Elisa se adentró al lugar, como si su cuerpo se moviera por sí solo. Quería estar cerca de ella una vez más. Sin siquiera voltear a ver la estantería llena de CD's, tomó uno cualquiera en sus manos y se dirigió en línea recta hasta llegar a ella, acortando la distancia entre los cuerpos. Cuando la chica se despidió del cliente que estaba atendiendo se volteo simpática hacia Elisa.
-Bienvenida a MusicWorld ¿Puedo ayudarte en algo?
Su voz. Su maldita voz. Había estado retumbando en su cerebro los últimos siete días. Era tan sublime.
Elisa le dió la pequeña caja de plástico que había tomado segundos antes y ella la tomó con una sonrisa.
-¿Necesitas algo más? -la chica de ojos claros negó con la cabeza- Bien. Por aquí por favor. Dame un minuto para envolverlo adecuadamente
Brenda regresó con el paquete en sus manos, lo colocó dentro de una bolsa de plástico y se la entregó. Seguidamente cobró el dinero.
-Que disfrutes tu compra y esperamos que vuelvas pronto
Elisa se retiró del lugar. Sus manos estaban transpiradas y sentía un hormigueo en su cuerpo. Se sentía bien. Estaba nerviosa por toda la gente, no podía negarlo. Pero cuando se encontraba frente a Brenda era como si el resto del mundo se desvaneciera. Como si reinara la paz. Una sensación nueva y agradable. Comenzó su marcha en busca de su madre.
Brenda la había observado retirarse del local.
-Es ella -dijo en un tono bajo de voz, que entre el bullicio de los compradores no se dejó oír.
Elena, la señora que trabajaba los martes y los jueves en el local le había comentado que una señora había preguntado por ella, lo cual le resultó bastante extraño, ya que ella no conocía a nadie que encajara con la descripción de esa mujer. Pero lo que más le llamó la atención fue que Elena le dijo que la señora no estaba sola, que la acompañaba una adolescente. Una joven de cabello largo, color castaño, bajita, tez blanca, ojos claros, que en ningún momento tuvo intenciones de decir palabra alguna. Encajaba perfectamente con la descripción de esa chica.

ESTÁS LEYENDO
La chica de los cd's º Brenlisa
Fiksi PenggemarElisa es amante de la música, aunque sufre de una enfermedad que le dificulta socializar por lo que es bastante tímida y reservada. Hasta que un día conoce a Brenda, una linda y encantadora chica de ojos negros que trabaja en su tienda favorita de C...