El asesino reencarnado es un genio de la espada pt 1°

Capitulo 65

Metun frunció el ceño, observando a Raon, mientras ocultaba su presencia como un animal salvaje.

— ¿Raon ha estado ocultando su fuerza a propósito? —

— No la estaba ocultando, pero lo hizo para enseñarles una lección a los otros muchachos. —

Rimmer resopló.

— ¿Enseñarles una lección? —

— Después de recibir algo de atención, mis alumnos comenzaron a hacerse ilusiones, pensando que en realidad eran muy fuertes. Ellos creen con arrogancia, que siempre están por delante de los demás, sin darse cuenta de que hay muchas personas tan fuertes como ellos. —

Él sonrió y señaló a Raon.

— La única persona que juzga objetivamente sus propias habilidades en el quinto campo de entrenamiento es Raon. Por eso quería darles una lección. —

— ¡Espera! De ninguna manera, ¿Estabas realmente en ese bar porque...? —

— Sí. Fui al bar que frecuentas a propósito. Quería hacer que el quinto y el sexto campo de entrenamiento, pelearan entre sí, al burlarme de ti. —

— Rimmer... —

— No me mires así. También nos estabas apuntando hacia nosotros. —

Rimmer se dio la vuelta para mirar a Metun, sonriendo suavemente.

— Mmm... —

— He estado observando la forma en que les has estado enseñando bien y los esfuerzos incondicionales de los niños. Nadie te va a menospreciar en el futuro. —

— Hmph. —

Metun frunció el ceño y giró la cabeza. Parecía que le gustaba el cumplido, ya que sus mejillas se habían puesto ligeramente rojas.

— Pero Rimmer, también te equivocas en una cosa. —

Giró la cara hacia atrás, con ojos vívidos.

— ¿Equivocado? ¿Qué tipo de error? —

— La batalla aún no ha terminado. —

Metun levantó la mano y señaló a Raon, que estaba de pie frente a Kein.

— El aura de Raon es una técnica de cultivo de atributos de fuego de nivel medio-alto, que no es nada especial. Sin embargo, Kein nació con la disposición del atributo fuego, y ha adquirido una técnica de cultivo de nivel más alto. Raon no puede ganar contra Kein en este enfrentamiento. —

Cuando Metun terminó de hablar, una llama carmesí se encendió en la espada de Kein.

— Ah, ese es otro error. —

— Está bien mientras te des cuenta. El resultado... —

— No, no se trataba de mí, sino de ti. —

Rimmer soltó una risita. Giró la cabeza y señaló a Raon, que estaba desenvainando su espada.

¡Vaya!

Una llama muy pequeña se encendió en la espada de Raon.

— Abre los ojos y observa. —
Los ojos de Rimmer ardían en rojo, al igual que la llama encendida en la espada de Raon.

— Cómo la llama pequeña engullirá a la llama más grande. —
***
Kein Zieghart frunció el ceño, mirando la pequeña llama encendida en la espada de Raon. Era tan hermosa como una flor, pero era demasiado pequeña.

"Es pequeña."

La pequeña llama apenas podía cubrir el extremo de la hoja. Era demasiado delgada para atravesar a alguien.